Una de las situaciones de ilegalidad más flagrante fue la instalación de una estructura simulando un barco antiguo sobre la techumbre de uno de los establecimientos. El peligro de derrumbamiento por sobrecarga de la estructura obligó a la administración a ordenar su demolición, que sólo se cumplió parcialmente. Para evitar una situación de mayor peligro, se prohibió el acceso del público al ´barco´, que se encuentra en la actualidad muy deteriorado. El paso del tiempo ha desmejorado sensiblemente las edificaciones, con pintadas, desconchones y daños estructurales, con lo cual pueden perder la única justificación para su permanencia en una zona verde, ya que al estar fuera de ordenación sólo se permiten obras de mantenimiento.