­Los pobladores de la pedanía caravaqueña de La Encarnación fueron los primeros en usar el fuego en Europa. O al menos eso es lo que dirán los libros de historia a partir de este momento, después de que en el transcurso de las últimas excavaciones dirigidas por el profesor Walker en la Cueva Negra se hayan encontrado huellas de fuego en una capa muy profunda, dentro de los cinco metros de acumulación de sedimentos del Pleistoceno antiguo.

«Se trata de la presencia del fuego más antigua encontrada en yacimientos paleolíticos europeos», según afirmó ayer el director general de Bienes Culturales, Francisco Giménez, al dar a conocer el balance de la última campaña llevada a cabo en el yacimiento, en el que estuvo acompañado por el alcalde de Caravaca, Domingo Aranda, y el profesor y director de la excavación, Michel Walker.

La campaña de excavación se ha realizado este mes y ha sido dirigida por el profesor Walker, con el respaldo de la dirección general de Bienes Culturales y el ayuntamiento de Caravaca de la Cruz. Durante la misma, además de las citadas huellas de fuego, se han localizado valiosos restos paleolíticos, como un hacha de mano achelense de talla bifacial y varias lascas de sílex con filo tallado.

También se han recuperado numerosos restos de animales que fueron la base de subsistencia de los cazadores y recolectores que habitaban la cueva, desde mamíferos grandes, como rinocerontes, hasta otros de menor tamaño, como macacos, ratas de agua, aves y tortugas.

«Algunos elementos encontrados ofrecen marcas de cortes efectuados por humanos y señales de fuego, que son indicios claros de la explotación de la biodiversidad pretérita por el hombre. A su vez, el hallazgo de diversas especies de animales ya extintas resalta la gran antigüedad del yacimiento», manifestó Walker.

Domingo Aranda quiso agradecer la labor que cada verano desarrollan el profesor y su equipo de trabajo, que ha permitido que «arqueólogos e investigadores de reconocido prestigio hayan visitado durante los últimos años la Cueva Negra, convirtiendo a este enclave caravaqueño en todo un referente internacional para el estudio de la evolución humana». Mostró, además, la necesidad de crear una marca turística para poner en valor los valiosos hallazgos.

Los diversos trabajos de investigación efectuados en los últimos 22 años confirman que el yacimiento de la Cueva Negra tiene entre 900.000 y 800.000 años de antigüedad, según los trabajos de investigación efectuados por científicos de renombre internacional en la cueva y elaborados posteriormente en sus laboratorios, especialmente en Berkeley (EE UU), que han aportado resultados «asombrosos» en relación con la definición cronológica «sorprendentemente» alta del depósito sedimentario en vías de excavación.