­La Virgen del Castillo, patrona de Yecla, bajó ayer por la tarde en romería desde el Santuario a la Basílica de la Purísima, donde se quedará en el altar mayor hasta el último sábado del mes de agosto, plazo en el que se prevé que puedan estar terminadas las obras que se van a cometer en el camarín donde normalmente reposa la talla, ya que la hornacina está deteriorada y tiene grandes problemas de humedad, según señaló el párroco de la Basílica, José Antonio Abellán.

Se da la casualidad que nunca antes estuvo la imagen de la Virgen del Castillo en la ciudad durante tan largo periodo de tiempo. «Desde luego, la Basílica es el mejor lugar para tener esta imagen tan querida por todos los yeclanos y así se ha visto reconocido por todas las partes implicadas, como la Asociación de Mayordomos, la Corte de Honor y el propio consiliario», dice el párroco.