Esta institución benéfica de Villanueva del Río Segura es la más importante del Valle de Ricote, no sólo por su dilatada existencia a lo largo de noventa y seis años sino por la variedad de actuaciones que ejecutó a favor de todo el pueblo (asistencial, caritativa, educativa, religiosa o cultural). Sus orígenes documentados se citan en los tres testamentos, sobre todo en la cláusula segunda, de nuestra insigne y magnánima benefactora Isabel Mª Baltasara López de Pizarro (1839-1904), primera mujer moderna de Villanueva, donde nombra heredera universal de sus bienes a su hermana Concepción. Por el fallecimiento de sus dos hijos menores ( conocemos un retrato funerario de la niña Clementina) y en segundo lugar, cuando falleciere ésta, sus deudos y sobrinos Francisco de Asís Jiménez López e Isabel, conocida popularmente como Isabelita.

Con motivo del óbito de Doña Concha, el albacea testamentario familiar y tutor de los menores sobrinos, abogado en la Corte y suegro de Manuel Azaña Díaz, envía una carta con fecha 17-X-1916 al alcalde de Villanueva, Manuel Ayala López, con los siguientes extremos: «Pregunta usted las razones que hube para remitirle la inscripción nominativa no transferible nº 3670, de capital nominal 109.600 pesetas expedida por la D.G. de la Deuda Pública el 2-VII-1915 y la respuesta consiste en comunicarle que la D.G. de Administración del Ministerio de la Gobernación, Sección de Beneficencia Particular, ha tenido a bien aprobar la Instancia que en Súplica presenté para que fuera clasificada como de Beneficencia particular la Fundación instituida en Villanueva por Doña Isabel a los efectos de autorización precisa del cobro de intereses e inicio de funcionamiento, acompañando testimonios particulares, copias testamentarias y cuatro pólizas de Bolsa. S. M. el Rey (q.D.g.) se ha dignado a aprobar dicha clasificación y el nombramiento interino de una Junta de Patronos compuesta por el Sr. Cura, el Sr. Alcalde y el Sr. Juez Municipal, pues queda demostrado su carácter benéfico a favor de los pobres y estar dotada con bienes suficientes, debiendo rendir cuentas y aprobar presupuestos anuales al Protectorado, pues la Fundadora no les releva de tales requisitos. Se dará cuenta al Mº de Hacienda. En Madrid, a 4-VII- 1916».

El día de San Roque de 1916 se recibe el capital fundacional en el pueblo, se firma la recepción con los sellos de la parroquia, de la alcaldía y del juzgado y comienza la contabilidad de ingresos y gastos, el 4% de este capital con carácter trimestral para atender entre 68 y 75 pobres de solemnidad que figuran en los vales-limosna durante el período 1917-1924, una verdadera Seguridad Social para indigentes, enfermos, tullidos y viudas que cobraban distintas cantidades según sus necesidades mediante pequeños talones que tienen un gran valor sentimental.

Cabe rendir desde estas líneas un modesto homenaje a todos los miembros de la Junta de Patronos que han gestionado la Fundación con independencia de ideologías políticas y de regímenes (monarquías, república, dictaduras, transición o democracia moderna), donando incluso el 10% de los intereses trimestrales que les correspondían a los más necesitados cuando tenía lugar el traspaso de poderes y abonando religiosamente los derechos por la Pía Memoria de los Fundadores.

La creación del Hospital-Asilo y Cocina Económica de Villanueva del Río Segura tuvo lugar entre 1924-1925, merced a la voluntad de Francisco de Asís y de su hermana Isabel Jiménez en el palacete-residencia de su tía y fundadora, funcionando como un centro social gestionado desde 1928 por las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl y sobre todo como sede de la importantísima colección pictórica del Patronato, con obras de Murillo, Zurbarán o Valdés Leal que podemos disfrutar hasta noviembre en la exposición inaugurada recientemente en el MuBAM.