­Alrededor de medio centenar de viviendas del barrio de San Fernando han estado ocupadas de forma irregular durante años, según reconoció ayer la concejala de Servicios Sociales, Eulalia Ibarra, que indicó que esta situación se ha descubierto en la evaluación de daños en los edificios de la zona que han realizado el Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma tras los terremotos.

En el barrio de San Fernando viven 232 familias que han tenido que ser desalojadas, y algunas crearon un campamento propio en las inmediaciones del lugar para estar cerca de sus casas. Otras tuvieron que marcharse con familiares que viven en los barrios altos de la ciudad. La mayor parte de los edificios del barrio de San Fernando, según Ibarra, solamente han sufrido daños estructurales y «hasta el momento se desconoce si habrá que derribar algún inmueble».

Lo que más choca, sin embargo, es que alrededor de 50 familias hayan residido en la zona durante bastantes años de forma irregular.

Las casas de la barriada pertenecen al Instituto de la Vivienda y Suelo de la Comunidad Autónoma. Según la citada entidad «algunos pisos estaban vacíos, aunque no era así», según Ibarra, una vez que se ha comprobado «que los habían ocupado sin decir nada a nadie, y no tienen contrato de alquiler ni tampoco escrituras». Ante la situación que se ha detectado «lo que se va a hacer es regularizar la situación». El resto de usuarios son propietarios de los pisos o viven en ellos en régimen de alquiler.

437 personas en el campamento

Según la concejala de Servicios Sociales, a día de ayer había en el campamento de La Torrecilla 437 personas, de las cuales calcula que entre 70 y 80 familias se marcharán en las próximas horas una vez que los técnicos han comprobado que pueden regresar a sus casas o han encontrado otro lugar en el que residir a partir de ahora.

La edil indicó, además, que existe un problema añadido con las familias que vivían en pisos subarrendados porque ahora no tienen donde ir. Se trata, según Ibarra, de personas que tenían un contrato de alquiler y luego han subarrendado a otras familias, y «ahí surge el problemas porque esas personas no son damnificados por los terremotos pero no tienen vivienda porque no consta su residencia, algo que resulta problemático».

La concejala espera que en los próximos días quede desalojado en su totalidad el campamento de La Torrecilla, antes de que haga acto de presencia el verano y se recrudezca el calor. No obstante ha señalado que se tomarían medidas para evitar que las familias lo pasen mal en el campamento por este motivo.