­Los residentes de la urbanización Camposol se han rebelado contra la propuesta del Ayuntamiento de crear una entidad urbanística de conservación por la que los vecinos, y no el Consistorio, se harían cargo de la gestión y solución de los problemas de mantenimiento, iluminación, limpieza, servicios y seguridad del resort mazarronero.

La concejala de Relaciones con los Extranjeros de Mazarrón, Jacceline Gálvez –que en su condición de británica mantiene fluidas conversaciones entre Ayuntamiento y residentes– se personó en el restaurante que tenía lugar la reunión el pasado martes entre residentes extranjeros, constructora y Ayuntamiento, escoltada de dos Policías Locales, para hacer de mediadora y no permitió la entrada a los medios de comunicación ni filmar ni fotografiar la reunión.

El cabreo de los residentes, que se quejan del mal estado del resort (aceras rotas, falta de limpieza en jardines, escasa iluminación...) y de la poca presencia policial (son frecuentes los asaltos en viviendas, según dicen los inquilinos) ha llegado a tal extremo que han solicitado un informe a varios abogados y han pedido amparo a la Unión Europea. No están dispuestos a que el Ayuntamiento no se haga a cargo de los servicios de la urbanización y están cansados de que se lave las manos en este asunto. Por su parte, desde el Consistorio omiten hacer declaraciones sobre este tema.

PSOE y Parema les apoyan

Para el portavoz del grupo municipal socialista, Francisco García «la rebelión de los residentes es comprensible, pues la propuesta del Ayuntamiento supone que tendrían que pagar un importante desembolso. La urbanización tiene que estar en perfecto estado antes de entregarla y no con los tremendos problemas que arrastra desde hace años», explicó. El PSOE afirma que una entidad urbanística es cuestionable, pero que tendría fecha de caducidad. «Podría plantearse si hubiera una voluntad mayoritaria de los vecinos y si la urbanización estuviera concluida», alegan.

Por su parte, el concejal de PAREMA, José Gómez, también apoya a los vecinos de Camposol en su rebelión contra la propuesta de la entidad urbanística. «Se niegan a pagar una doble tributación. Ya pagan el IBI», dice.

De momento, ni una parte ni otra han cedido ni se han replegado sobre sus posturas.