La mañana de caza se torció para una joven de quince años y su padre, de Cartagena. Ambos habían acudido a una batida de caza en la sierra de Alhama de Murcia, por la carretera de Cuevas de Reyllo, y un disparo la alcanzó y la hirió gravemente en el estómago.

Tras un rápido traslado en helicóptero desde el Casón de Carrascoy, donde se encontraba, y después de casi cinco horas de intervención, la joven permanecía anoche en estado muy grave en el hospital Virgen de La Arrixaca. El impacto le dañó la médula espinal, por lo que los médicos temen que la chica quede postrada en una silla de ruedas.

El padre y la joven madrugaron para pasar el día en una batida de caza, como solían hacer desde que era una niña, ya que incluso tenía la licencia. En esta ocasión acudieron con otros aficionados al casón de Carrascoy, en la finca Imperio, al pasar Fuente Álamo, para cazar perdices y conejos. Sin embargo, la suerte no acompañaba a la chica y, pasadas las once de la mañana, uno de los cazadores del grupo, amigo de su padre, le disparó de forma accidental cuando intentaba alcanzar a un conejo.

El grito de dolor de la menor alertó a sus acompañantes, que al acercarse a la joven comprobaron que había recibido un impacto de cartucho en el vientre. Su padre, asustado, llamó al Centro de Coordinación de Emergencias 112 para pedir auxilio. El personal del centro de emergencias no lograba entender las palabras del hombre, que a causa de los nervios no atinaba a explicar el punto exacto donde se encontraban. Cuando los sanitarios obtuvieron la dirección aproximada de la zona del suceso, trasladaron hacia la zona una UME de Torre Pacheco y una ambulancia de Fuente Álamo. Los médicos sabían que ante un accidente de este tipo, unos minutos pueden ser decisivos para salvar la vida, así que un helicóptero acudió hasta la zona para trasladar a la joven al hospital. La ambulancia no pudo acceder hasta el lugar del accidente porque había que circular por un camino lleno de baches y pedruscos, así que avisaron al padre de la chica para que la llevaran en un vehículo 4x4 de uno de los cazadores hasta la entrada del Caserío Carrascoy.

El equipo sanitario logró estabilizar a la chica, que durante el traslado en helicóptero medicalizado al hospital universitario Virgen de La Arrixaca de Murcia, en sólo siete minutos, se mantuvo «consciente» e, incluso, «hablaba», según los sanitarios.

A las 13.15 la joven entró al quirófano de la Arrixaca para ser intervenida, y alrededor de las 17 horas finalizó la operación. Los médicos tuvieron que extraerle los perdigones y, en el transcurso de la cirugía, detectaron que tenía dañada la médula espinal, por lo que podría sufrir lesiones irreversibles. Tras la operación ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en estado muy grave.