El segundo campo de batalla del Ayuntamiento es que la valla que se ha levantado separa por completo dos barrios de la localidad. Y es que las vías del tren son a día de hoy una frontera artificial entre los barrios de Vistabella y San Roque-Huerto de los Frailes, por lo que a diario hay un continuo trasiego de vecinos que pasan de una zona a otra, como estudiantes que acuden al IES Francisco Salzillo o vecinas de Vistabella que eligen el mercado de San Pedro en lugar del de Campoamor. Muchos vecinos ya han expresado su queja por la construcción de la valla, que se extiende desde el paso a nivel hasta el puente del desvío, sobre el cual se encuentra la N-340. Adif indica, por su parte, que el tramo de vía afectado por ese cerramiento no prevé ningún tipo de paso ni de peatones ni de vehículos, y que a esa altura está prohibido cruzar las vías; entiende así que no se causa ningún perjuicio al cerrar un tramo por el que no se puede pasar.