La circuncisión supone la extirpación o amputación del prepucio del pene, lo que deja al descubierto el glande. Además de por causas médicas (es decir, por fimosis o por infecciones virales), se realiza por motivos religiosos y culturales. Si la operación no es realizada por especialistas médicos, puede suponer un gran riesgo para el menor. Hace poco menos de un año, murió un bebé en Zaragoza a causa de una posible circuncisión ilegal y en mayo de este mismo año se desmanteló en Madrid una clínica dedicada a realizar este tipo de operaciones.