El Ejecutivo municipal de San Javier, formado por siete concejales del PSOE y uno del CDL, está empezando a comprobar lo difícil que es gobernar en minoría frente a la oposición.

El pleno del ayuntamiento de San Javier tumbó en su última reunión, el pasado martes 15, la propuesta del grupo socialista para la creación de un consejo municipal de Urbanismo. Los votos en contra del Partido Popular (nueve concejales) y del grupo municipal Independiente (tres ediles) fueron suficientes para que la iniciativa del concejal de Urbanismo, el socialista Pedro Muñoz, fuera rechazada por la máxima institución municipal.

El grupo Independiente formaba parte del Ejecutivo municipal hasta noviembre del pasado año, cuando las discrepancias entre su líder, Arantxa Espeso (que era concejala de Urbanismo), y la alcaldesa socialista, Pepa García, motivaron la ruptura del acuerdo de gobierno firmado tras las elecciones municipales del 27 de mayo de 2007, en las que el PP perdió la mayoría absoluta.

La propuesta del concejal de Urbanismo, Pedro Muñoz, tenía como objetivo "aprobar un consejo municipal de Urbanismo con la finalidad de facilitar la participación ciudadana en la vida política, económica, social y cultural del municipio", señalaron fuentes socialistas en un comunicado de prensa. En el consejo iban a estar respresentados agentes sociales, vecinos, técnicos municipales y los diferentes partidos políticos, así como organizaciones ecologistas, organizaciones vecinales y de mujeres, discapacitados, autoridades culturales y personas mayores.

El grupo socialista reprocha a Arantxa Espeso que rechace una propuesta "que ella misma ha planteado en los diferentes programas electorales con los que se ha presentado a los comicios".

Por su parte, el grupo Independiente justificó a través de una nota de prensa el rechazo al consejo de Urbanismo "porque el borrador que el grupo socialista había entregado a los partidos antes del pleno fue modificado unilateralmente, sin informar de los cambios ni al PP ni al grupo independiente en la preceptiva comisión informativa".

El partido de Espeso calificó la propuesta del edil de Urbanismo de "precipitada, poco reflexionada, con errores e incoherencias. Además, contemplaba una forma de selección de las personas que debían de integrar el consejo absolutamente partidista".

Los independientes pretendían que el consejo municipal de Urbanismo fuera "un órgano para contar con la opinión de los vecinos en asuntos relacionados con la vivienda y las obras públicas, aspectos que no se contemplan en la propuesta socialista".

Arantxa Espeso solicitó que la propuesta se quedara sobre la mesa y no fuera sometida a votación, pero "el Partido Socialista no fue capaz de debatir ni rebatir ninguno de los argumentos que le planteamos", dicen los independientes.