La oficina de la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo) de la pedanía abanillera de Macisvenda ha vuelto a ser noticia después de una semana de protestas por su anunciado cierre. En esta ocasión, sin embargo, los protagonistas no son los vecinos sino cuatro ladrones que, empleando el sistema del camión pluma, tan popular en los últimos meses en la Región, lograron arrancar el cajero de la sucursal ante el asombro de varios vecinos que observaron atónitos, desde sus casas, cómo sucedía todo.

El robo se produjo entre las cinco y media y las seis de la mañana del pasado jueves. Los ladrones, que iban cubiertos con pasamontañas, hicieron acto de presencia frente a la oficina de la CAM a bordo de un Mercedes y de un camión pluma. Mientras uno de ellos se quedaba en el coche, otro maniobraba con el camión para arrancar el cajero, con la ayuda de los otros dos compinches.

En pocos minutos, los ladrones consiguieron extraer el cajero y huyeron con él. En su precipitada huida, el camión que portaba el cajero rozó con la puerta del garaje de una vivienda de la pedanía, pero no soltó su presa. Los ladrones cogieron la carretera que une Macisvenda con la pedanía alicantina de Ondón pero, antes, torcieron hacia El Cantón, aún en término de Abanilla, y allí, en un bancal, abrieron el cajero y sustrajeron los 40.000 euros que llevaba en su interior. Después lo abandonaron allí, junto al camión que habían empleado en el robo, y que había sido robado en San Isidro (Madrid).

Los vecinos que presenciaron el robo alertaron inmediatamente a la Policía Local y a la Guardia Civil de Abanilla, que se personaron en la zona apenas diez o quince minutos después de que los ladrones huyeran y no pudieron darles alcance.

Se da la circunstancia de que el cajero había sido colocado hace sólo quince días para que los vecinos no se quedaran sin servicio una vez que se llevara a cabo el cierre de la oficina anunciado por la CAM esta semana. De hecho, la compañía repuso en el mismo día el cajero.

Este es el tercer robo de estas características que se registra en la Región en sólo un mes. El último tenía lugar hace sólo unos días, en la pedanía cartagenera de La Puebla, donde los ladrones se llevaron un cajero de Cajamurcia. El anterior ocurría en Los Urrutias (Cartagena) en una oficina de Cajamar, con idéntico resultado y modus operandi.