Un anciano resultaba herido ayer por arma blanca como consecuencia de una disputa mantenida con su vecino a raíz de una amenaza escrita colocada en la puerta principal del edificio en el que ambos residen.

Los hechos ocurrían poco antes de la una de la tarde de ayer sábado, en el piso 1º C del bloque de viviendas denominado Berdán III, situado en el número 29 de la céntrica calle Marín Menú. Según los propios vecinos, cuyos problemas con el agresor son notorios desde hace años, el incidente ocurría cuando, a primeras horas de la mañana, los residentes se encontraban con una nota manuscrita colocada en la puerta de entrada principal del bloque de viviendas, supuestamente escrita por el agresor, en la que amenazaba a todos los vecinos con pegar fuego al edificio, argumentando que alguien había entrado en su casa en su ausencia.

Tras la amenaza escrita, Genaro G., su vecino de puerta del 1º E, decidió poner en conocimiento de la Guardia Civil lo que estaba sucediendo. Cuando regresaba del cuartel de la Guardia Civil donde denunció los hechos, Genaro se encontró con su vecino y presunto agresor, Francisco O., en la puerta del ascensor, quien tras amenazarle diciéndole "me has denunciado" le clavaba un cuchillo en la espalda, según los mismos testimonios de los vecinos, quienes aseguran que ya han denunciado al agresor con anterioridad por insultos y amenazas constantes a gran parte de los residentes del edificio.

Hasta el lugar de los hechos se trasladaba rápidamente una unidad médica del 061 y varias dotaciones de Policía Local y Guardia Civil. El vecino agredido era atendido en el lugar de los hechos por la dotación médica desplazada, sin que sus heridas revistiesen peligro para su vida a pesar de la gravedad.

Por su parte, la Guardia Civil, detenía al presunto agresor en su domicilio, iniciandose entonces la búsqueda del arma blanca, ya que ésta había desaparecido del lugar de los hechos y el detenido se negaba a revelar su paradero.

Según los vecinos, el supuesto agresor es conocido en la localidad por colocar carteles en los lugares más céntricos del municipio en los que denuncia un supuesto acoso contra su persona, actitud que achacan al hecho de que el vecino en cuestión padezca manía persecutoria.