Los familiares de los fallecidos en el accidente ferroviario de la tarde del lunes ocurrido en Alicante están destrozados e indignados. No sólo han sufrido la pérdida de un ser querido, sino que no se pueden explicar por qué no se realizó ayer la autopsia a los fallecidos. Dentro de su desgracia, por lo menos lograron que la autoridad judicial les autorizase a trasladar los cuerpos a Bullas en la tarde de ayer para poder velarlos en el tanatorio.

Sin embargo, este es un viaje de ida y vuelta, ya que está previsto que en la mañana de hoy vuelvan a trasladar los féretros al tanatorio de Alicante para que les practiquen la prueba forense. Una vez se realicen las autopsias, se llevarán de nuevo los cuerpos a Bullas y se procederá al funeral de Antonio García Sánchez, de 59 años; Juan Antonio Ruiz Escámez, de 41; Olayo Reche Pérez, de 44. Por su parte, los familiares del cuarto obrero fallecido en el accidente, el ecuatoriano Carlos Omar D.N., de 28 años y residente en Mula, celebrarán el funeral mañana en la Iglesia Parroquial de Mula y repatriarán el cuerpo el próximo martes desde Alicante.

Desde el momento en el que se produjo el accidente, los familiares de los cuatro trabajadores de la empresa Encofrados Anifrader S. L., además de dolor, se han mostrado indignados. Aún no se explican cómo es posible que en el siglo XXI haya pasos a nivel sin barrera, "como el peligro que conllevan". Pero sin duda, lo que más ha colmado su paciencia fue que en Alicante no se realizasen la autopsias ayer porque era día festivo. Sin embargo, y gracias a la mediación del delegado del Gobierno, Ángel González, se les permitió traer los cuerpos para velarlos.

Todas estas penurias en parte las van superando los familiares gracias al apoyo de todos sus vecinos y amigos que se han volcado con ellos, así como diversas instituciones como el Gobierno Regional o el Ayuntamiento de Mula que les han transmitido su pésame.