Calma más contenida que real se registró la noche del sábado en Jumilla a tenor de los bates de béisbol y las navajas decomisadas durante los controles realizados por la Guardia Civil en numerosos puntos de la ciudad.

La vigilancia y la presencia policial ha sido la nota destacable el pasado fin de semana en el municipio. Se han establecido controles en las calles de la ciudad y en las entradas y salidas a la misma para evitar algo que se venía anunciando toda la semana, que bandas juveniles del municipio y llegadas de fuera se enfrentaran a otras de extranjeros, sobre todo latinoamericanos. La medida ha sido efectiva ya que, según fuentes de la Benemérita, se ha disuadido a los violentos de desplazarse a Jumilla.

En la madrugada del sábado la Guardia Civil requisó tres bates de béisbol gigantes, siete normales y 10 navajas en los registros realizados a los vehículos que circulaban por la zona. Además, se produjo otro incidente, al parecer de carácter racista. Un coche, propiedad de un ciudadano ecuatoriano, fue apedreado por un grupo de chavales que ya están identificados, según fuentes de la investigación.

El dispositivo de control se mantuvo también la pasada noche y está previsto que continúe durante todo el verano. En los meses estivales la población inmigrante aumenta ya que también se incrementa la demanda de mano de obra para las tareas del campo, así que habrá controles todos los fines de semana para evitar altercados y peleas entre bandas, explicaban ayer fuentes policiales.

A partir de hoy, debido a que durante la semana el riesgo de reyertas es menor, disminuirá el número de patrullas que vigilarán las calles, aunque se mantendrán los diez agentes que se incorporaron el pasado miércoles al cuartel de Jumilla para reforzar la seguridad ciudadana. Las mismas fuentes añadieron que la gente sale a trabajar y el movimiento por las noches en los bares de la ciudad baja durante la semana, y con ello las peleas.