La Guardia Civil de Jumilla ha detenido a tres hombres y a una mujer por supuestos delitos de desórdenes públicos y daños en relación con los disturbios del martes durante una reunión de la Junta Local de Seguridad a la que asistía el delegado del Gobierno, Ángel González.

Según informó ayer la Delegación del Gobierno, la mujer está imputada, además, como supuesta inductora y provocadora de dichos desórdenes, mientras que el hombre es presunto coautor, junto con otras personas pendientes de detención, de los daños ocasionados en vehículos policiales.

Las detenciones realizadas a lo largo de la tarde de ayer son resultado de las gestiones de identificación y reconocimiento llevadas a cabo por agentes del puesto de la Guardia Civil. La identidad de los detenidos no ha transcendido.

Uno de ellos ya fue detenido como presunto autor de un delito de lesiones, y otro en tres ocasiones por hechos contra el patrimonio. Las investigaciones continuaban abiertas anoche y no se descartan más detenciones por los incidentes, que ocurrieron cuando casi mil personas se congregaron ante el ayuntamiento para pedir al delegado del Gobierno mayor seguridad ciudadana tras una serie de hechos violentos ocurridos en Jumilla en las últimas semanas, entre ellos dos violaciones, un atraco y una reyerta.

Un grupo de personas entró por la fuerza en el Ayuntamiento, mientras que otros lanzaron huevos, tomates y objetos contundentes contra la fachada y arremetieron contra las dotaciones de la Policía Local, Guardia Civil y agentes antidisturbios de la Guardia Civil que tuvieron que acudir para controlar la situación. Un vehículo nuevo de la Policía Local fue volcado y ha sido declarado siniestro total y otro coche de patrulla todoterreno de la Guardia Civil sufría también importantes destrozos.

Varios cientos de las más de mil personas que llegó a haber concentradas en la mañana del martes frente al Ayuntamiento, aguardaron a la salida de los políticos de la reunión para demandarles a viva voz explicaciones, por lo que el delegado del Gobierno, Ángel González, que ya había sido increpado a la entrada por varios ciudadanos, tuvo que abandonar el edificio escoltado.