FRANCIA-MARRUECOS

Cuando Van Basten llamó "estúpido" al díscolo Ziyech por jugar con Marruecos

El extremo eligió en 2015 la selección de sus padres en lugar de Países Bajos, donde nació | Su choque con Halihodzic, anterior seleccionador, desembocó en la llegada al cargo del ahora héroe Regragui

Ziyech, con sombrero, tras sellar el pase a octavos

Ziyech, con sombrero, tras sellar el pase a octavos / Sport.es

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

Es muy probable que Marruecos no hubiera llegado a ser semifinalista del Mundial de Qatar sin Hakim Ziyech. Y no trata esta historia del enorme talento futbolístico del extremo del Chelsea, sino de su carácter. Difícil y díscolo pero altamente útil para su país y para su selección. Sin él, sin su rebeldía, hoy Walid Regragui no sería el técnico del combinado alauí. Y quién saber lo que habría sido de Marruecos sin el hoy convertido en héroe nacional a sus mandos.

Pero hay que remontarse mucho más atrás para trazar el perfil de Ziyech. Hasta 1993, cuando nace como el menor de nueve hijos de una familia de inmigrantes marroquíes radicados en una ciudad llamada Dronden, al noreste de Ámsterdam. Y después hasta 2003, cuando siendo un crío de 10 años vio morir a su padre, víctima de una enfermedad degenerativa, esclerosis múltiple, que le fue apagando poco a poco hasta su defunción.

Infancia difícil

Aquel fue un duro trauma emocional, como es lógico, y también económico para una familia con pocos recursos. Recuerda Ziyech que en aquella época, tras quedarse huérfano, dejó de ir a la escuela por un tiempo, perdiendo también su pasión por el fútbol. La ayuda de su mentor, el ex futbolista Aziz Doufikar, le permitió salir adelante, sorteando un entorno y un contexto peligrosos para un pre adolescente.

Ahora hay que desplazarse hasta el año 2013, cuando Ziyech ya tenía 22 años y militaba en las filas del Heerenveen. Le entrenaba una de las mayores leyendas neerlandesas de la historia, Marco Van Basten. En su primer año juntos, apenas le dio bola. En el segundo las cosas cambiaron y el extremo marcó nueve goles en 31 partidos, lo que motivó su fichaje por el Twente.

Cambio de camiseta

Revelado ya como un futbolista importante de la Eredivisie, Ziyech tuvo que tomar entonces una importante decisión. Había sido internacional por Países Bajos en categorías inferiores, pero su corazón le pedía un viraje en su carrera internacional. Frente a la tentación de sumarse a la subcampeona del mundo en Sudáfrica 2010, Ziyech eligió jugar para Marruecos, una selección que no pisaba un Mundial desde 1998.

"Lo que ha hecho es estúpido", le criticó Van Basten, ya su ex entrenador, con el que no acabó bien. La frase hizo célebre ya en 2018, cuando Marruecos logró clasificarse para un Mundial por primera vez en 20 años, mientras que Países Bajos se quedó fuera de la cita de Rusia, algo que no le ocurría desde 2002. Y ahora resurge, con el combinado europeo apeado en cuartos de final y el africano a punto de jugar unas históricas semifinales frente a Francia.

Un escenario, y volvemos al arranque de la historia, que quizá no se hubiera producido sin la participación directa de Ziyech. Vahid Halihodzic fue contratado como seleccionador de Marruecos en 2019 y fue quien logró la clasificación para este Mundial. Su relación con el extremo del Chelsea, un tipo de carácter difícil, se fue agrietando hasta desaparecer de las convocatorias en junio de 2021.

"Ni aunque sea Messi"

"No puedo llamar a un jugador como Ziyech, ni aunque sea Messi. Puede arruinar el ambiente en el grupo. Por primera vez en mi carrera, he visto a un jugador de la selección que no quiere entrenar y que dice que está lesionado, aunque las pruebas médicas digan que no lo está. No toleraré este comportamiento mientras yo sea seleccionador. Ya le he perdonado dos veces, una tercera es demasiado", fueron las duras acusaciones del técnico bosnio.

Durante casi un año, Halihodzic ganó la partida. Pero en septiembre, la federación tomó conciencia de que la no había solución posible y que Ziyech no estaría en el Mundial si el bosnio continuaba. La cuerda se rompió del lado del seleccionador, Walid Regragui fue elegido como reemplazo y el resto ya es historia. Una historia que continúa este miércoles contra Francia en la semifinal del Mundial.