El guardia urbano que quedó tetrapléjico mientras estaba de servicio, apenas puede moverse ni hablar después de que, durante el desalojo de una casa okupa hace siete años, un objeto contundente lo hirió en la cabeza. Por esos hechos, condenaron a Rodrigo Lanza como principal agresor a 5 años de cárcel y a 8 jóvenes más. Una de ellos, Patricia, se suicidó después de ser condenada por unos hechos que siempre negó. "Se puede restaurar mi inocencia… y eso se me podrá restaurar pero a Patri nadie le podrá devolver la vida", comenta Rodrigo.