- Multimedia
- Clasificados
- Servicios
Ver más galerías relacionadas
La Opinión de Murcia
Ver galería >Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Enrique Soler
Caravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasCaravaca se sumerge en su Semana Grande y hasta el próximo cinco de mayo, volverá a ser la ciudad medieval que vivió el milagro de la aparición de la Cruz. La jornada comenzó con la popular pedimenta que organiza la cofradía de la Vera Cruz, cuyos miembros recorrieron todas las calles del municipio acompañados del Tío de la Pita y su tamboril. Con el donativo es tradición entregar una botella de vino, que anualmente elaboran las bodegas San Isidro de Jumilla y que antes de ser embotellado se mezcla con el que se bendice en la mañana del dos de mayo en la Basílica. Este año se recaudó un total de 2.290,80 euros.