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La Opinión de Murcia
Ver galería >Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
Juan Caballero
Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
Juan Caballero
Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Juan Caballero
Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
Juan Caballero
Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
Juan Caballero
Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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Tamara Gómez y Javier Romo, una triatleta que se ha visto obligada a reinventarse por las lesiones y una joven promesa llamada a suceder a Javi Gómez Noya y Mario Mola, las grandes estrellas del triatlón nacional, se impusieron ayer en la edición más especial del Triatlón Internacional Villa de Fuente Álamo-Gran Premio El Abuelo de los Melones, una prueba que a lo largo de tres décadas se ha convertido en rampa de lanzamiento de triatletas. Así fue en su momento para Ana Burgos, Iván Raña o el propio Gómez Noya, quien ya convertido en estrella, regresó para ganar la vigésimo quinta edición. Porque vencer en la localidad del Campo de Cartagena significa doctorarse en el triatlón, ese deporte que combina natación, ciclismo y carrera a pie que exprime los cuerpos al límite.
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