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La Opinión de Murcia
Ver galería >No se varió ni un milímetro lo que estaba previsto. Los aficionados del FC Cartagena, al igual que hace exactamente siete días, pusieron la primera piedra de esta eliminatoria en el duro camino hacia el ascenso. Muchísimos eran los espectadores que aguardaron la llegada de su equipo, tal y como ante el Castilla, para que los jugadores volvieran a sentir el respaldo de los suyos en casa y transmitirles, de esta manera, el mensaje de que nos los van a dejar solos. El equipo albinegro se enfrenta a la Ponferradina en esta segunda ronda de la fase del ascenso. El lleno en el Cartagonova es una realidad, la fiesta previa de claro color blanquinegro. El equipo se sintió fuerte al ver a lo suyos dos horas antes ya a la espera de esta nueva final que tendrá su continuidad dentro de una semana en Ponferrada.
Iván J. Urquízar
No se varió ni un milímetro lo que estaba previsto. Los aficionados del FC Cartagena, al igual que hace exactamente siete días, pusieron la primera piedra de esta eliminatoria en el duro camino hacia el ascenso. Muchísimos eran los espectadores que aguardaron la llegada de su equipo, tal y como ante el Castilla, para que los jugadores volvieran a sentir el respaldo de los suyos en casa y transmitirles, de esta manera, el mensaje de que nos los van a dejar solos. El equipo albinegro se enfrenta a la Ponferradina en esta segunda ronda de la fase del ascenso. El lleno en el Cartagonova es una realidad, la fiesta previa de claro color blanquinegro. El equipo se sintió fuerte al ver a lo suyos dos horas antes ya a la espera de esta nueva final que tendrá su continuidad dentro de una semana en Ponferrada.
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