OPINIÓN Edgar Vivó

La dirección de Ford Almussafes propuso a los sindicatos el despido de 630 trabajadores en un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE), lo que supone prescindir de aproximadamente el 10% del personal de la planta, lo que casi con toda probabilidad ocasionará que se elimine el turno de noche. De este modo se pasará de ensamblar 1.640 coches por jornada a 1.360, es decir, 280 menos cada día. Una situación que afectará de igual modo a las empresas asociadas a la fábrica de Almussafes, un clúster que supone el 11,8% del PIB valenciano, con lo que este ERE se dejará notar por fuerza en la situación económica de toda la Comunidad Valenciana.

¿Pero a qué se debe este despido masivo en la planta de Ford? El principal factor es sin duda la crisis generalizadaocasionada por el coronavirus. El confinamiento por culpa del COVID generó una caída de las ventas histórica en nuestro país en 2020, a la vez que paralizó por completo la producción de coches en España. Dos situaciones que llevaron al sector a arrojar las peores cifras de fabricación y venta de las que se tienen registros hasta la fecha.

DEOMONIZACIÓN DEL DIÉSEL

A esto cabe sumar la inestabilidad creada por las instituciones en los últimos años con la polémica del diésel, y la apresurada electrificación del sector. A día de hoy las marcas siguen acusando la incompresible y desafortunada demonización del diésel y los constantes ataques al coche de combustión, con vaivenes por parte del Gobierno diciendo que prohibirán la venta de vehículos diésel y gasolina en en futuro próximo, o la prohibición de circular por el centro de las ciudades sin un modelo electrificado. Mensajes confusos que lo único que han hecho es crear una inseguridad en el comprador, y que se traducen en la paralización de la compra, cuando lo cierto es que ahora más que nunca se necesitaría el mayor respaldo posible por parte de las instituciones para incentivar las ventas, más allá de los planes de las ayuda económicos. Quizá simplemente bastaría con decir que ahora contamos con los coches gasolina y diésel más eficientes de toda la historia, un mensaje que jamás se ha producido por parte del Gobierno.

ELÉCTRICOS SIN CARGADORES

Pero las causas más directas del ERE en Almussafes son la monopolización del mercado por parte del SUV y la galopante electrificación del sector. La presión europea para cumplir con las cuotas de emisiones ha obligado a las marcas a lanzar al mercado una gama electrificada en un tiempo récord, por lo que hoy casi diariamente asistimos a la presentación de coches híbridos, híbridos enchufables o eléctricos. Es cierto Ford ha estado algo lenta en esta transformación, contando en la actualidad con una gama más limitada de coches con etiquetas ‘Eco’ ó ‘0’ que la mayoría de sus rivales directos. Pero la firma del óvalo quiere dar un vuelvo radical a esta situación, anunciando en la presentación del Mustang Mach-E que en 2030 sólo venderá coches eléctricos. También habla a su favor en este aspecto que actualmente Ford Almussafes ensambla sus propias baterías para los modelos híbridos enchufables.

Pero el peor enemigo de la transformación eléctrica no es la oferta de vehículos, que como decimos crece exponencialmente, sino la paupérrima infraestructura de carga de la que disfrutan los usuarios en España. Las estaciones de carga públicas son mínimas, y las facilidades para que el sector privado monte electrolineras casi inexistentes, por no hablar de la dificultad de recuperar la inversión a medio plazo. En una economía tan castigada como la española, para el usuario medio es complicado poder costear la compra de un coche eléctrificado sin mejores ayudas, y casi imposible asumir el coste de una instalación de carga particular en una finca. Es lo que tiene empezar la casa por el tejado.

EL CANIBALISMO DEL SUV

Por otro lado, en la planta valenciana se fabrican los monovolúmenes S-MAX y Galaxy, y la berlina Mondeo, tres vehículos cuya demanda se ha desplomado en los último años en favor de los omnipresentes todocamino. Los polivalencia de los SUV ha hecho que adopten el papel de coche familiar y rutero, por lo que a día de hoy es la principal elección por casi todos los compradores, incluyendo a familias y profesionales. ¿Pero es una elección acertada?

El SUV es bueno en todo, pero el mejor en nada. Es decir, si quieres un coche para la familia, no te va a aportar la habitabilidad, luminosidad y capacidad de carga de un monovolumen, ni la estabilidad, seguridad, o eficiencia de una berlina en carretera.

Un Kuga, que también se produce en Ford Almussafes, nunca podrá sustituir a un S-MAX o un Galaxy si lo que se busca es contar con un interior amplio, luminoso, diáfano y modulable, además de un maletero capaz y de fácil acceso. A equivalencia de medidas, los monovolúmenes están pensados para ofrecer mucha más funcionalidad interior que un todocamino, precisamente por su concepto de volumen único (de ahí su nombre). Para igualar la capacidad interior de estos vehículos, un SUV tendría que ser de un segmento superior, lo que supondría unas dimensiones mayores, y lo que se traduciría en menor maniobrabilidad, más dificultad de estacionamiento y un mayor consumo.

Lo mismo sucede con las berlinas. Si lo que se quiere es un coche para recorrer muchos kilómetros por carretera, un Kuga nunca ofrecerá las mismas prestaciones que un Mondeo. La altura, las superiores dimensiones y el mayor peso de los todocamino hacen que sean menos ágiles, estables y eficientes en carretera que las berlinas. Éstas están pensadas para viajar de forma más confortable y segura en largas distancias, por lo que es ideal para profesionales que recorren decenas o centenares de miles de kilómetros al año.

Finalmente cabe sumar un factor fundamental a la hora de escoger un coche: el diseño. Un SUV es indudablemente más atractivo e imponente que una berlina o un monovolumen, lo que en un sector tan emocional como el automovilístico es un punto decisivo en favor de los SUV. Ahí sí que no encontramos defensa del Galaxy o el Mondeo frente al Kuga.

No tratamos de atacar al SUV, ni menos al Kuga en particular, ya que hablamos de un todocamino atractivo, avanzado tecnológicamente e increíblemente eficiente con su motor híbrido enchufableincreíblemente eficiente. Simplemente queremos poner de manifiesto que la, en ocasiones, irracional elección de un todocamino frente un monovolumen o una berlina, es la que ha llevado a muchas marcas a centrar su oferta en modelos SUV o a sufrir una inevitable caída de matriculaciones como es el caso de Ford con los Mondeo, Galaxy y S-MAX que fabrica en Valencia.

Por tanto la causa de los despidos en Ford Almussafes habría que buscarla en factores múltiples como la crisis del coronavirus, la inestabilidad creada por el Gobierno con los coches de combustión, la lenta reacción de la marca del óvalo frente la galopante electrificación del sector, y la irracional compra del SUV frente a cualquier alternativa.