“Me he comprado un eléctrico porque en 2035 van a prohibir los coches gasolina y diésel”. Esta típica frase de ‘cuñado’ tiene algo de verdad, pero mucho de mentira. Si estás pensando en comprar un coche con motor de combustión, pero no sabes si aciertas o te equivocas, te vamos a explicar de una forma sencilla cómo están las cosas en el mercado automovilístico, y cómo se pueden desarrollar de aquí a 2035.

¿En 2305 tendré que tirar mi coche gasolina o diésel a la basura?

Primero veamos porqué se vuelve a hablar ahora del fin de los coches gasolina y diésel. Y es que recientemente la Comisión de Medio Ambiente (ENVI) del Parlamento Europeo aprobó la prohibición de la venta de coches nuevos que emitan gases contaminantes en los países miembros de la Unión Europea a partir de 2035, adelantando el plan establecido en 5 años, ya que en principio se iba a ejecutar en 2040.

¿Significa esto que en 2035 tendré que tirar mi coche gasolina y diésel a la basura? En absoluto. Significa que, a partir de 2035 ya no se venderán coches nuevos con motores que emitan gases contaminantes, es decir, modelos con propulsores de combustión: gasolina, diésel, híbridos e incluso híbridos enchufables. Pero ojo con el matiz “coches nuevos”.

Quiere decir que, si el Parlamento europeo aprueba finalmente la propuesta del ENVI, podrás comprar un coche gasolina y diésel "nuevo" hasta el 31 de enero de 2034, y después podrás seguir haciéndolo en el mercado de segunda mano de forma indefinida. Y, por supuesto, podrás seguir utilizándolo hasta que te de la gana, o hasta que te lo permitan…

¿Peligran los coches de combustión en el futuro?

Decimos que podrás seguir conducir tu coche gasolina o diésel hasta que te lo permitan, ya que lo que Europa pretende a medio-largo plazo es que cada vez hayan menos de éstos por las carreteras, y que todo lo que circulen sean coches 100% eléctricos. Obviamos los coches de hidrógeno porque por el momento no son una alternativa real. Al menos al corto plazo que plantean las autoridades, sino cambia mucho la cosa.

Irán desincentivando el uso de los coches de combustión, restringiendo su uso. Probablemente lo harán prohibiéndoles la entrada a núcleos urbanos cada vez más extensos, elevando los impuestos de circulación escudándose en medidas medioambientales, y subiendo a su vez los impuestos a los carburantes fósiles. Y si cada vez va a ser más caro mantener y usar un coche con el que no puedes llegar a tu destino, ¿para qué lo quieres? Pero no te alarmes, hablamos de un futuro no inmediato y ni si quera sabemos cuánto tardarán en llegar estas medidas, o incluso si algún día llegarán, por lo que por el momento no habría que preocuparse en comprar un coche de combustión.

Medias previas a la prohibición de los coches de combustión en 2035

Europa pretende que en 2035 sólo se compren coches eléctricos nuevos, pero antes ya quiere que cada vez se adquieran vehículos menos contaminantes. Y para eso van a ir poco a poco apretando a las marcas, y por tanto reduciendo tus posibilidades del compra.

En la última propuesta de la Comisión de Medio Ambiente (ENVI) del Parlamento Europeo, también se establece una reducción de las emisiones de los turismos nuevos de un 20% para 2025, y de un 15% en furgonetas y vehículos comerciales ligeros. Y para 2030 quieren que se no se puedan matricular vehículos que excedan de 123 gr/km de CO2. Esto significa que casi de forma obligatoria tendrás que comprar un coche electrificado. Pero no porque a ti te lo exijan, sino porque las marcas estarán obligadas a vender este tipo de coches para no recibir una multa astronómica.

¿Estamos preparados para estos cambios?

En España, por supuesto que no. Estamos en medio de una crisis financiera que impide a la gran mayoría de la población adquirir un coche electrificado por su mayor precio; contamos con una red de recarga pública ridícula que apenas supone el 3,3% de toda la existente en Europa; existe una desinformación sin precedentes que paraliza las compras por temor a equivocarse, gracias a mensajes erróneos como la demonización del diésel, o la propia prohibición de los coches gasolina y diésel a partir de 2035; tenemos uno de los parques automovilísticos más viejos del continente con una media de 14 años; y aproximadamente el 60% de éste aparca en la calle, por lo que no tienen la posibilidad de recargarse mientras está parado.

Esto nos lleva a un desequilibro entre las intenciones y la realidad. Lo ideal sería que la transición marcada por la UE se produjese de un modo natural, pero por contra puede suponer un colapso en el mercado. El que ahora lleva un coche diésel con 14 años, difícilmente se podrá comprar un electrificado por mucho que las autoridades lo pretendan, y menos si se quitan las ayudasa la compra como es su deseo a medio plazo. Esto hará que se vea obligado a dejar de utilizarlo con el tiempo si se aumentan los precios de utilización y mantenimiento, o se limita su área de acción. Lo que nos deja un vacío económico, no sólo porque se está impidiendo una venta, sino porque se está poniendo trabas al desplazamiento de las personas, ya sea por motivos particulares o profesionales.

Como mucho podrá acceder a un coche de segunda mano. Un mercado que crecerá como la espuma en 2035, ya que será el único lugar donde una inmensa mayoría podrá seguir renovando su coche sin tener que morir en los carísimos coches eléctricos, aún contando con que el precio de éstos bajarán con el tiempo debido a la mayor oferta y a la producción en escala.

¿Es recomendable comprar ahora un coche de combustión?

Si éste se ajusta a tus necesidades actuales, claro que sí. Incluso si hablamos de un diésel si haces muchos kilómetros al año. En la actualidad contamos con el mayor abanico de posibilidades de la historia con todo tipo de motores, y todo ellos súper eficientes: gasolina, microhíbridos, híbridos, híbridos enchufables, eléctricos, diésel, diésel microhíbridos e incluso diésel híbridos enchufables. Si te lo puedes permitir, es muy recomendable un coche eléctrico o electrificado si se ajusta a tu ritmo de vida, pero si no, cómprate tranquilamente uno de combustión. Lo más importantes que te fijes en la etiqueta que tiene, porque será la que marque sus restricciones; no si se trata de un gasolina o un diésel. Si compras un coche nuevo no sólo estrás invirtiendo en calidad de vida y sostenibilidad… también en seguridad.