Renault 4 E-Tech, el 4 latas de la era eléctrica

No es de extrañar, que siendo el Renault 5 E-Tech el coche eléctrico más vendido en España el pasado mes de abril (519 unidades), la firma del rombo refuerce su estrategia de relanzar iconos modernizados y en formato 100% eléctrico, siendo ahora el turno del Renault 4 E-Tech.

Éste plantea un formato distinto al R5, ya que se trata de un vehículo de corte familiar y más funcional. Frente a su hermano, el nuevo 4 E-Tech gana en longitud (22 cm más), anchura (+12 cm) y batalla (+8 cm), lo que repercute directamente en una mayor habitabilidad, sobre todo en las plazas traseras, donde ofrece 164 mm más para las rodillas.

El diseño exterior combina modernidad y nostalgia, ya que integra elementos visuales que remiten al Renault 4 original: arcos de rueda cuadrados, ventana trasera custodia, capó con doble línea, parachoques con protector metálico... El frontal introduce el nuevo logo iluminado, que parece flotar dentro de un “antifaz” negro, conformado por una parrilla monobloque retroiluminada de 1,45 metros, una primicia mundial.

El habitáculo tiene un cierto aire retro, pero en realidad es un habitáculo de lo más moderno, en el que destacan dos grandes pantallas rescatadas directamente del R5. El espacioso habitáculo no resta espacio a un maletero de 420 litros (contado con el hueco para cables bajo el piso) y el umbral de carga más bajo del mercado (607 mm) lo que facilita depositar objetos pesados. Además, el asiento del acompañante se puede abatir para alcanzar 2,20 m de longitud de carga.

Primera prueba. En la primera toma de contacto, el Renault 4 E-Tech nos demostró una puesta a punto muy equilibrada. Gracias a suspensiones mejoradas respecto al R5 (más rigidez trasera), ofrece un mayor confort sin perder agilidad. La dirección es precisa, el paso por curva rápido y el tacto del freno muy natural. Pero donde realmente brilla es en su consumo: durante el test registramos cifras entre 10,8 y 12 kWh/100 km, con una media de 11,2 kWh/100 km, destacando muy por encima del R5, que precisamente peca de un consumo más bien elevado.

Además, incorpora levas tras el volante para seleccionar el nivel de retención y frenada regenerativa, incluyendo el modo ‘one pedal’ que permite detener el coche sin usar el freno.

Renault ofrece dos configuraciones mecánicas. Por un lado, la versión Urban monta un motor de 120 CV (90 kW) y batería de 40 kWh, orientada a trayectos diarios en ciudad y con una autonomía WLTP que supera los 300 km. Es la más accesible de la gama y se ofrece exclusivamente con el acabado Evolution, combinando eficiencia y precio ajustado.

Por otro lado, la variante Comfort incorpora una batería de 52 kWh y motor de 150 CV (110 kW), que permite recorrer hasta 409 km en ciclo combinado WLTP. Esta configuración está disponible en tres acabados: Evolution, Techno e Iconic

Todas las versiones cuentan con carga rápida en corriente continua (DC) de hasta 100 kW (lo que permite pasar del 15 al 80% de batería en solo 30 minutos), cargador bidireccional de 11 kW AC y permiten utilizar funciones como V2L (vehicle-to-load) y V2G (vehicle-to-grid) para convertir el coche en una fuente de energía doméstica.

Su lanzamiento comercial está previsto para julio de 2025, aunque los pedidos se abrieron el 4 de marzo y ya es posible probarlo en sesiones de test-drive. El acabado Evolution, disponible desde 31.632 euros. Por encima, el nivel Techno tiene un precio de partida de 33.552 eurosy el tope de gama Iconic, 36.472 euros. Con el plan MOVES III (hasta -7.000 €), deducciones fiscales y la financiación CAEs, el precio final puede reducirse por debajo de los 18.000 euros.