No es la primera vez que la Suzuki V-Strom 1050 XT pasa por nuestras manos y estas páginas. Siempre hemos dicho de ella que es, sin lugar a dudas una aventurera nata, válida tanto para un uso diario, como para largos viajes, ya sea en solitario o a dúo –con pasajero- y por cualquier tipo de trazado, desde la autopista a las carreteras secundarias –su hábitat natural- e incluso abandonando el asfalto –terreno más favorable a su hermana, la V-Strom 1050 estándar, sin XT- y adentrándonos en pistas sin asfaltar y caminos, donde su sofisticada electrónica nos permitirá conducirla, pese a su tamaño y peso -236 kg-, con una facilidad y una confianza extraordinaria y, gracias también a sus excelentes y fácilmente regulables suspensiones, atrevernos con casi todo.

Es tanto el éxito de está 1050 que Suzuki la ha declinado en tres versiones, la estándar, la más campera XT que distinguiremos por sus llantas de radios y decoración y colores más racing y la XT Explorer que añade un juego de maletas y baúl para poner el acento en los viajes.

En los tres casos disponemos de un robusto y potente motor bicilíndrico en V a 90º refrigerado por líquido que entrega 106 CV a sólo 8.500 rpm, con un generoso par motor de 100 Nm a 6.000 vueltas. Pero no es el excelente y robusto motor, o el sólido chasis doble viga de aluminio, ni si quiera sus largas y suaves suspensiones o su excelente equipo de frenada lo que hace de esta 1050 XT una moto tan especial, sino la avanzadísima electrónica que embarca. Una IMU de Bosch de última generación gestiona lo que Suzuki denomina SIRS –Suzuki Intelligent Ride System- y que engloba todas las ayudas electrónicas a la conducción. Así, tenemos desde un acelerador electrónico –de ahí su delicioso tacto- a tres mapas de potencia –en todos entrega los 106 CV, pero de manera muy diferente-, tres niveles de control de tracción –además es posible desconectarlo-, ABS adaptativo en curva, también de dos niveles, asistencia de arranque en pendiente, controles que evitan rebotes en ambas ruedas, control de crucero, sistema anticalado… En definitiva, un “ángel de la guarda” que velará siempre por nuestra seguridad y nos hará las cosas mucho más fáciles, la auténtica diferencia respecto a sus muy cualificadas competidoras (Honda Africa Twin, BMW R1250 GS, KTM Adventure…) a las que también aventaja en precio.

El resto del conjunto rezuma calidad, diseño y buen gusto, desde su excelente asiento, a la cúpula regulable, la pantalla de información –muy completa y legible, aunque podría ser en color-, etc.

En Motos Marín, distribuidor oficial Suzuki en la Región de Murcia, tienen unidades de prueba y os recomendamos, encarecidamente, que la probéis, puesto que si por atractivo y precio gusta, es por cómo va, por lo que convence.

Y ya que hablamos de precio, la V-Strom 1050 arranca en los 12.095 euros o119 euros/mes con una entrada de 2.570,19 euros, 34 cuotas del 119 euros y una cuota final de 6.437,70 euros (TAE 6,33 %), con Suzuki Option –la última cuota se puede pagar, refinanciar o, si lo preferimos, devolver la moto o cambiarla por otra-; mientras que su hermana la V-Strom 1050 XT sube a 14.695 euros o 34 cuotas de 135 euros/mes con una entrada de 4.043,03 euros y una cuota final de 7.127,70 euros (TAE 6,34 %); finalmente, la V-Strom 1050 XT Explorer se vende por 15.695 euros.