No les ha pillado por sorpresa a los ingenieros de Renault la floreciente moda de los vehículos eléctricos puros, pues ya contaba en sus filas el ZOE -además del Twizy y la Kangoo eléctrica-, un urbano muy innovador que lleva en el mercado más de 10 años. Ahora, el nuevo acierto comercial se llama como el conocido compacto -y uno de los modelos de mayor volumen de la firma-, esta vez sin la tilde y con un aspecto diferenciado, más vanguardista y, a nuestro juicio, más atractivo que el resto de la familia Megane.

NUEVO ÉXITO DEL ROMBO

El nuevo Megane E-TECH Electric llega con dos capacidades de batería -40 y 60 kWh, que homologan 300 y 470 kilómetros respectivamente-, dos niveles de potencia -130 y 220 CV- y varias posibilidades de recarga que se configuran en el momento de la compra. Así el cliente puede hacerse el coche ‘a medida’ según los puntos de carga que vaya a usar habitualmente en su domicilio y desplazamientos, con posibilidades de entre 7 y 22 kW para corriente alterna y de entre 85 y 130 kW en corriente continua, disponibles en función del nivel de potencia y capacidad de la batería.

NUEVO ÉXITO DEL ROMBO

Muy bonito

Solo una vuelta a media mañana por la ciudad y el extrarradio bastan para ser el centro de atención entre el tráfico urbano, plagado cada vez más de los SUV y similares. Nuestro Megane E-TECH también tiene ese estilo ‘crossover’, pero su atractiva carrocería compacta de 4,2 metros, pese a estar ligeramente elevada, se acerca más al Megane de combustión. Gracias a Renault Herrero y López Marcos Automoción, que nos cedió amablemente la preciosa unidad que ilustra esta página, pudimos disfrutar del nuevo modelo en su versión más potente, que nos agasajó con una conducción muy relajada, carente de ruidos mecánicos -solo acompañado del rumor de la climatización, la calurosa mañana así lo requería- y con unas reacciones más parecidas a las de las versiones RS del fabricante francés. Sobre todo con el modo de conducción Sport, que hace que el tren delantero deslice a poco que pisemos con alegría el pedal derecho. Tampoco se ha descuidado la eficiencia, puesto que podemos aprovechar la energía al decelerar variando la retención con las levas del volante, así que, con algo de práctica, no hace falta usar apenas los frenos.

NUEVO ÉXITO DEL ROMBO

Bien concebido desde el interior, el nuevo eléctrico despliega un habitáculo espacioso, donde el conductor dispone de un panel corrido detrás del volante -tablero de instrumentos virtual- que se prolonga hasta la zona central del salpicadero para acoger la pantalla vertical del sistema OpenR Link permanentemente conectado a internet y con las ventajas que ello supone, desde actualizaciones remotas, hasta la supervisión de la carga y el estado del vehículo por parte del cliente, pasando obviamente, por detalles en tiempo real del tráfico, puntos de carga, aparcamientos... Nos ha gustado asimismo la fila trasera, que dispone de un piso completamente plano -no hay túnel de transmisión ni línea de escape- y el buen maletero, que permite cargar hasta casi 400 litros. Hay muchos elementos de diseño y funcionales, como el espacio para cargar por inducción el móvil, las manetas exteriores de las puertas, que quedan enrasadas con la carrocería o el curioso retrovisor interior, que consiste en una pantalla que muestra la imagen de la cámara situada en la parte alta de la luneta trasera -así se minimizan los ángulos muertos-. Y más elementos que no caben en una sola página y que invitan a acercarnos a Renault Herrero y López Marcos Automoción para que sus comerciales nos expliquen más cosas de este eficiente modelo.

Disponible, de momento, con los acabados Equilibre, Techno e Ionic, el precio del Renault Megane E-TECH va desde los 36.600 euros de la versión de 130 CV; con el motor más potente de 220 CV cuesta desde 42.200 euros.