El modelo Range Rover Sport es clave para Land Rover porque es uno de los que genera una mayor rentabilidad al ser uno de los más demandados de la marca y por su alto precio. La firma británica presenta ahora una actualización que lo electrifica casi por completo, aunque con matices, anticipa la llegada de una versión 100% eléctrica para 2024 y sube un escalón en cuanto a lujo, calidad y, de rebote, también en el precio.

Decimos electrificación con matices porque, pese a que casi todas las versiones del nuevo Range Rover Sport están electrificadas, sigue agarrándose a la opción de la microhibridación (MHEV) en algunos motores más para disponer de etiqueta ECO reduciendo mínimamente su consumo y emisiones. No obstante, también llega con variantes híbridas enchufables (PHEV) y la marca promete su electrificación total en dos años. Esta variedad de propulsiones es posible gracias a la plataforma MLA-Flex de Jaguar-Land Rover, una nueva arquitectura modular que se adapta a todo tipo de motorizaciones.

En ese sentido, la gama de motores se compone de un motor MHEV diésel de seis cilindros disponible con 249 y 300 CV de potencia, dos versiones PHEV a partir de un motor de gasolina de seis cilindros de 441 y 510 CV de potencia y un propulsor de alto rendimiento V8 con doble turbo y 530 CV de potencia. Las versiones enchufables ofrecerán una autonomía 100% eléctrica de hasta 113 kilómetros gracias a una batería de 38,2 kWh de capacidad, el triple que en su predecesor. El motor V8, procedente de BMW y asociado a una transmisión de ocho relaciones, mejora su eficiencia en un 17% y será capaz de catapultar al SUV de 0 a 100 en 4,5 segundos. En cuanto a su versión 100% eléctrica, no se han ofrecido más detalles que su llegada prevista.

Las motorizaciones híbridas enchufables permitirán la carga rápida en corriente continua, necesitando menos de una hora para alcanzar el 80% de su capacidad. En una toma doméstica de 7,2 kW de potencia, la carga completa se alcanza en cinco horas. El conductor, asimismo, dispondrá de tres modos de conducción específicos para gestionar la carga, el Hybrid, que prioriza la propulsión eléctrica y busca maximizar la eficiencia, el EV, 100% eléctrico, y el Save, que mantiene la carga de la batería en el nivel deseado para usar la energía eléctrica en otro momento.

El relato del lujo

El nuevo Range Rover Sport, según Thierry Bolloré, consejero delegado de Jaguar-Land Rover, “establece nuevos estándares como el SUV deportivo de lujo definitivo”. Este incremento prometido en calidad y tecnología va de la mano con una subida del precio, parte desde los 103.050 euros en España, mientras la versión saliente, de 2018, arrancaba en los 71.100 euros. Con esta subida, Jaguar-Land Rover posiciona el Range Rover Sport un escalón por encima de sus rivales directos, como el BMW X6 o el Audi Q8, y busca un mayor margen de beneficios por unidad.

Pero esta subida de precios llega de la mano de una mejora general de calidad interior, con un habitáculo rediseñado apostando por la sencillez y las líneas rectas en un salpicadero sobre el que destacan un nuevo volante más compacto y un ecosistema digital formado por un cuadro de instrumentos digital y una pantalla de 13,1 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento Pivi Pro, la versión más moderna de su sistema operativo, que puede recibir actualizaciones inalámbricas. 

Land Rover expone que se puede acceder a cualquier tarea con apenas dos toques en la pantalla porque ahora es más intuitivo y que además se adapta a la conducción y los hábitos del usuario para ofrecer información y opciones de forma personalizada. Cuenta con el sistema de control por voz Alexa de Amazon y la opción de integrar aplicaciones como Spotify, Deezer o TuneIn. Además, es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Los asientos traseros disponen de dos pantallas de 11,4 pulgadas para ofrecer aplicaciones de entretenimiento a los pasajeros.

Respecto a la tecnología de seguridad, a los sistemas más habituales como el control de crucero (ACC) adaptativo, se sumarán cámaras 3D con sensores delanteros y traseros, sensores de vadeo, detector de fatiga o asistente de cambio involuntario de carril. Serán opcionales el Driver Assist Pack, que suma al ACC la asistencia a la dirección, el Blind Spot Assist Pack, con asistente de ángulo muerto y monitor del tráfico trasero, y el Remote Park Assist, para aparcar desde fuera del vehículo.

En cuanto a los materiales, la novedad es el Ultrafabrics, un tejido disponible en varios colores de fabricación sostenible, que se combinará con elementos técnicos como cromados para dotar al habitáculo de una sensación de calidad superior respecto a sus predecesores. No faltarán opciones como la piel Windsor o el cuero para una mayor personalización.

Por su parte, el exterior presenta una silueta renovada que aposta por la fluidez y la elegancia. Las líneas rectas y poco voluminosas son la norma en un perfil en el que las formas fluyen de delante hacia atrás sin sobresaltos. Esta presencia elegante contrasta con la naturaleza aventurera y resistente del modelo, que garantiza grandes capacidades offroad. El frontal presenta nuevos grupos ópticos LED más finos y un paragolpes rediseñado, mientras la trasera adopta muestra nuevos faros, también más finos, unidos por una franja negra con la inscripción ‘Range Rover’ en el centro. Las llantas de 23 pulgadas destacan por sus dimensiones en un exterior muy limpio. Las versiones Dynamic incluyen detalles más deportivos en el capó y rejillas laterales en tono cobre, así como paragolpes de aspecto más deportivo tanto delante como detrás.