El primer vehículo que Ford diseña desde cero para ser eléctrico, llega a un mercado de movilidad sostenible cada vez más consolidado. Y no aparece simplemente para ser un eléctrico más, sino para despuntar y acallar las bocas de los que, apelando a la dilatada herencia Mustang, han demonizado a esta apasionante máquina sin ni siquiera probarla. Hemos rodado con el Ford Mustang Mach-E durante varios días, hemos hecho kilómetros por todo tipo de trazados y nos hemos dejado querer por unas reacciones que sacarían los colores a muchos deportivos movidos por combustible o por la energía que sea.

MENOS ES MÁS Preside el salpicadero la enorme pantalla de más de 15 pulgadas para el sistema multimedia SYNC 4 que además muestra todas las funciones del vehículo junto con los accesorios de confort. Ford / F. Fernández

Varias opciones

Situemos la familia Mustang Mach-E antes de nada. Tenemos opciones de propulsión (RWD) o bien total (AWD), combinadas, en función de la versión, con potencias de 269, 294, 351 y 487 CV (esta última para la versión más explosiva GT). Además, las tres variantes más potentes tienen una capacidad de 99 kWh, mientras que el de acceso de 269 CV monta un acumulador de 76 kWh. Así, los rangos de autonomía homologados oscilan entre los 400 y los 610 kilómetros.

El aspecto exterior resulta imponente: un ‘SUV’ de estilo coupé por la caída que hace el techo cuando se acerca a la zaga, de 4,71 metros de largo. Que sea un vehículo de formato distinto al del reconocido deportivo de la firma del óvalo no quita para que apreciemos varios guiños a éste en el frontal con la forma característica de su parrilla (aunque ciega para mejorar la aerodinámica, no tiene motor térmico bajo el capó que haya que refrigerar) y que incluye el distintivo poni al galope, y en la trasera, con los pilotos divididos en tres secciones verticales.

Es un coche grande, por lo tanto su interior se presenta espacioso y bien aprovechable gracias también a que no tiene los elementos mecánicos que suelen incorporar los todocaminos de motores convencionales (túnel de transmisión, tanque de combustible...). Por ello, su piso es plano y no afecta a las piernas de los pasajeros de la fila de atrás. Hay dos maleteros, uno delante de 81 litros, práctico para dejar los cables de recarga o pequeños enseres y el principal detrás, de 402 litros y formas interiores muy regulares que permiten aprovechar su volumen al máximo. El portón trasero tiene accionamiento eléctrico.

Puesto de mandos futurista

Esta versión cuenta con dos motores eléctricos, uno en cada eje, para dar una potencia total de 351 CV

Sentados al volante del Mustang Mach-E, lo primero que nos llama la atención es su pantalla central, en formato vertical de 15,5 pulgadas, que limpia de botonería todo el salpicadero al aglutinar prácticamente todas las funciones del coche. Detrás del volante encontramos otra muy apaisada, de 10,2 pulgadas que hace de panel de instrumentos. Nos ha gustado asimismo el nuevo sistema de infoentretenimiento SYNC 4, el más reciente de la marca, que hace que su manejo por los distintos menús sea intuitivo.

Su navegación muestra, entre muchas funciones, los puntos de recarga (algo casi obligado a la hora de plantear un viaje con un coche 100 % eléctrico), y nos da detalles como el tiempo que esperaremos en ellos teniendo en cuenta nuestro trayecto y el remanente de energía. También merece un notable alto el sistema de comandos por voz, que evita muchas distracciones por teclear en la pantalla.

Ford Mustang Mach-E AWD F. Fernandez

MUSTANG MACH-E AWD 351 CV

Desgranamos al final en otro texto las impresiones a los mandos de este adictivo modelo, por parte de nuestro especialista que, como siempre, sabe exprimir todas las cualidades de nuestros vehículos a examen. A modo de resumen podemos decir que se comporta con unas reacciones que creíamos vetadas para un ‘SUV’ de este tamaño y peso (ayuda su puesta a punto y la posición de los elementos motrices y el paquete de baterías en la ubicación más baja). Nuestra versión, cedida amablemente por Ford Arcomóvil, del Grupo Terramovil, era la segunda más potente de la gama Mustang Mach-E. Nada menos que 351 CV provenientes de dos motores, uno en cada eje, que además le dotan de la tracción total inteligente.

El conductor puede elegir entre los modos de conducción Whisper, Active y Untamed, que cambian la respuesta del motor y más elementos implicados entre algo más ‘relajado’ o más ‘al ataque’. Estos varían la frenada regenerativa, aunque se puede seleccionar el modo ‘E-One Pedal’ para hacer más fácil el manejo en ciudad (solo hace falta usar el acelerador para movernos o detenernos).

En cuanto al consumo, si no nos pasamos mucho con su golosa respuesta, el Mustang Mach-E gasta unas cifras razonables. Acercarnos a los 18,7 kWh de media homologada es un poco difícil, pero sí podemos rondar los 22-23 kWh sin mucho esfuerzo. Como esta versión tiene la batería de autonomía extendida de 99 kWh, homologa un rango de 540 kilómetros. Eso significa que en condiciones reales se superan los 400 kilómetros de autonomía sin problemas, por lo que ya se pueden plantear viajes largos.

Vista trasera del Ford Mustang Mach-E F. Fernandez

Para la recarga los tiempos pueden oscilar entre los 50 minutos (hasta el 80 %) si el poste de corriente continua es de 350 kW (como los de la red Ionity) o prácticamente un día si la red es doméstica con corriente alterna de baja capacidad. Naturalmente hay opciones intermedias en ciudades y lugares interurbanos, aunque este aspecto es todavía una asignatura pendiente en este país.

El Mustang Mach-E es un eléctrico diferente, que luce con todas las de la ley su emblema ecuestre y que, aunque no es precisamente barato, ofrece una relación precio/producto muy interesante. Esta unidad de 351 CV tiene un precio de 64.900 euros y se puede ver y probar en Ford Arcomóvil, concesionario oficial de la marca en Murcia perteneciente al Grupo Terramovil.

CONVENCE: SIGUE SIENDO TODO UN FORD MUSTANG DE PURA RAZA

Lo primero que nos queda claro al volante del Ford Mustang Mach-E es que, aunque sea un ‘SUV’ (lo hace ser más versátil y polivalente), y además eléctrico, su nombre de Mustang le viene como anillo al dedo: tan deportivo como sus hermanos de gasolina, sigue girando cabezas a su paso y despierta el mismo interés. Su contundente respuesta al acelerador y su dinámica soberbia despejan cualquier duda acerca de su deportividad. Acelera tan fuerte, y muestra tanto poderío a cualquier velocidad que fácilmente podemos superar los límites de las carreteras sin darnos cuenta... Por otro lado, los kilos están ahí (2.257 kg, concretamente) y eso se nota en las inercias, pero resuelve los giros y cambios de apoyo de manera encomiable. Además, tenemos la ayuda de la tracción total, que mejora la motricidad yendo rápido.

El rango de autonomía, es especialmente sensible a nuestro pie derecho (algo más que en otros eléctricos), pero si conservamos una conducción relajada, nos acercaremos a las cifras que anuncia el fabricante.

En definitiva, estamos ante un vehículo muy versátil, espacioso, con un buen maletero y que perfectamente podemos utilizar a diario, con la ventaja de que además es un deportivo sensacional y sin olvidar que su altura libre al suelo (14,7 cm) y su tracción integral nos permitirán salir del asfalto con solvencia, siempre que no sean tramos complicados. El precio, aunque no es barato, está en línea con sus rivales y nos parece razonable habida cuenta del producto diferenciado y su polivalencia.

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