Gracias a la colaboración de Motos Marín, distribuidor oficial Suzuki en la Región de Murcia, hemos dispuesto de una de las nuevas Suzuki GSX-S1000 a la que hemos sometido a nuestra habitual prueba a fondo. Sabíamos que nos iba a gustar, tanto por su agresivo y singular diseño -inspirado en los aviones de caza-, como por sus cifras, pero la verdad es que no imaginábamos que tanto. Y es que, esta Suzuki es realmente sorprendente.

El primer vistazo, en directo, nos regala una silueta de moto “gorda”, pero muy compacta, de hecho parece más pequeña y ligera que en las fotos. Basta sentarse a sus mandos para notar cómo nos integramos en ella, con una postura muy natural y donde todo nos cae a la mano, como si la hubiesen hecho a nuestra medida. Esa sensación se intensifica cuando empezamos a rodar, justo después de la sonrisa que se nos pinta en la cara al escuchar aullido de su motor al arrancar. Se maneja con el pensamiento, la ponemos dónde y cómo queremos, casi sin esfuerzo y es que sus 214 kg están tan bien distribuidos y su centro de gravedad es tan bajo que se nos antojan bastantes menos.

Dejamos la ciudad para adentrarnos por carreteras que conocemos bien y la GSX-S1000 nos sigue sorprendiendo, tanto por su facilidad de manejo, como por la confianza que transmite, perfectamente asentada en la carretera, sin molestas vibraciones y con unos frenos, potentes y dosificables, que no conseguimos hacer desfallecer, por mucho que abusamos de ellos. Nos subimos a la autopista y giramos su acelerador electrónico -el tacto y la precisión son, simplemente perfectos- para pulverizar los límites legales de velocidad con una facilidad pasmosa. Comprobamos, otra vez con sorpresa, que pese a no llevar carenado, las formas de su frontal desvía el viento por encima de nuestra cabeza. Frente a nosotros una pantalla LCD -hubiésemos preferido una LED a color- nos facilita mucha información y la clave de por qué esta Suzuki va tan bien: su prodigiosa electrónica que, sin que apenas lo notemos, no deja de trabajar. Desde la piña izquierda, ya sea en parado o en movimiento, puedes seleccionar -de forma sencilla e intuitiva- entre tres mapas de motor y cinco configuraciones del control de tracción -además de poder desconectarlo- y es que el sistema SIRS (Sistema de Conducción Inteligente) cuenta, además, con asistente de cambio rápido, arranque fácil y asistencia a bajas revoluciones, perfectamente gestionados desde su acelerador electrónico.

Puestos a ponerle pegas, diremos que el pasajero, pese a contar con un asiento más cómodo y amplio de lo que parece, no tiene dónde agarrarse y con lo que corre esta moto puede ser un problema considerable.

En definitiva, una moto muy completa, que sirve para todo, ya sea un uso diario, con mucha ciudad, o salir a hacer unas curvas con los amigos -que se preparen-, como, llegado el caso, salir al extrarradio e incluso aventurarse en viajes largos. Además, su consumo es ajustado -algo más de 6,5l/100 km en nuestra prueba- y su precio francamente competivo:13.695€. Si buscas una moto para todo, estás tardando en probarla, basta con que llames a Motos Marín.