Suzuki se ha tomado muy en serio la fuerte y creciente demanda de modelos limitados a 35 kW que hay en toda Europa, pues es la potencia máxima con la que se puede conducir una moto con el carnet A2. La mayoría de fabricantes se han limitado a reducir la potencia de sus modelos hasta ese límite, pensando en eliminarlo una vez transcurridos los dos años necesarios para optar al carnet A, dónde no hay límite de potencia.

Claro que, no es sólo la potencia lo que cuenta, la inexperiencia propia del que obtiene el A2 –por mucho que haya conducido una 125 c.c. de 15 kW, el límite del A1- se enfrenta a necesidades específicas, más suavidad en la entrega del par motor, más docilidad y, en definitiva, que sea más fácil de conducir y más polivalente que las extraordinariamente rígidas y eficaces superbikes actuales que, lógicamente, son más “delicadas” de pilotar.

Así, y teniendo recientemente lanzada la totalmente renovada y ya exitosa GSX-S1000, en Suzuki y con el mejor de los criterios, siempre obsesionados con el equilibrio de sus creaciones, han optado por ofrecer un modelo estrechamente basado en aquella, pero mucho más indicado para los usuarios con el A2: la excelente GSX-S950 que, no sólo cuesta sensiblemente menos que aquella -10.815 €-, sino que hará las delicias de su usuario mientras tenga el A2, ganando experiencia y sensibilidad y, pasados los dos años de rigor y tras una sencilla visita al taller, se encontrará con una súper moto, capaz de rivalizar con su más granada competencia. Con todo y como siempre decimos, “entre las piernas, se llevan muy pocas cosas, conviene estar seguro de ellas”, así que recomendamos encarecidamente a nuestro lectores que contacten con Motos Marín, distribuidor oficial Suzuki en la región de Murcia, y soliciten una prueba pues ya disponen de unidades para ello. Les encantará, sobre todo, si vienen de probar una superbike limitada a 35 kW sin más.

Centrándonos en la GSX-S950, diremos que su agresiva estética es prácticamente idéntica a la de su hermana mayor de 1.000 c.c. con su espectacular frontal con faros led superpuestos, su afilado colín o sus líneas generales –inspiradas en los aviones de combate- tan limpias como afiladas. De hecho, sólo se distingue de aquella por la decoración de sus laterales. Está disponible en el típico azul de la marca, en gris oscuro y en blanco.

Monta el mismo tetracilíndrico en línea transversal de 999 c.c. que antes llevaran las R, convenientemente dulcificado. Los diferentes asistentes electrónicos de los que dispone, ayudan a hacer la conducción más fácil y segura. El asistente a bajas revoluciones que mitiga la caída de vueltas del motor al arrancar, suavizando la aceleración; y también reduce la caída de revoluciones del motor cuando se conduce lentamente en un atasco o al girar circulando despacio. El acelerador electrónico ’ride-by-wire’ que abre un mundo de posibilidades electrónicas o el ‘Suzuki Easy Start’ que optimiza al máximo el sistema de arranque. También destaca el Sistema de Asistencia del Embrague Suzuki (SCAS) que permite una desaceleración más suave y un mejor control al reducir marchas, al tiempo que consigue un accionamiento de la maneta más suave.

Por lo que respecta a la parte ciclo, el chasis es prácticamente el mismo que el de la GSX-S1000 –lo que es lo mismo que decir de la GSX-R1000-, construido en aluminio, como el basculante, sin embargo las suspensiones y sobre todo la puesta a punto (set up) busca una mayor docilidad y facilidad de manejo, igual que el poderoso doble disco delantero de 310 mm. de diámetro, con pinzas monobloque de cuatro pistones.

En definitiva una gran moto, tan equilibrada, como polivalente, para usar todos los días en ciudad, sin renunciar a viajes largos o salidas por carreteras secundarias en busca de unas sensaciones deportivas que, lógicamente, siguen estando ahí. La posibilidad de deslimitarla y su atractivo precio completan el muy recomendable producto.