El teletrabajo ha permitido a los ciudadanos desplazarse a vivir a entornos rurales en los que se goza de una mayor calidad de vida, tanto por la reducción del estrés como por la calidad del aire, entre otros muchos motivos. Una nueva filosofía de vida que casa a la perfección con los vehículos eléctricos: silenciosos eficientes y respetuosos con el medio ambiente.

Y para demostrar esta combinación entre la España rural y los vehículos eléctricos, hemos decidido coger a todo un referente de este segmento cómo es el Nissan Leaf y recorrer un paraje tan destacado como la Reserva Natural de las Hoces del Cabriel y sus alrededores.

La veteranía es un grado

El Nissan Leaf se podría considerar el padre de los eléctricos, el modelo con el que Nissan apostó por la conducción libre de emisiones cuando para muchos esto era todavía una quimera. La primera generación se lanzó en 2010, renovándose posteriormente en 2013 y 2016 para elevar sus prestaciones y aumentar su autonomía. La segunda generación, de 2018 ofrece un alto rango de utilización, con dos niveles de potencia y capacidad eléctrica. Existe una versión de acceso con 150 CV de potencia y una batería de 40 kWh que le permite recorrer alrededor de 270 km con una sola carga, y el E+ con 218 CV y una batería de 64 kWh, que otorga una autonomía de unos 385 km.

A su vez, el cliente puede elegir entre tres acabados: Acenta, N-Connecta y el tope de gama Tekna, más una edición especial décimo aniversario. El Nissan Leaf con todas las campañas y los descuentos disponibles, incluido el Moves III, está ahora disponible desde tan sólo 20.000 euros, y con un gran equipamiento de serie.

Carga en easycharger-Nissan

Nuestro campo base en este viaje con el Nissan Leaf de 40 kWh se encuentra en Villargordo del Cabriel, donde existe punto de carga de Easycharger Nissan de 50 kW. Esta red de recarga permite a los dueños de un vehículo eléctrico de Nissan disfrutar de un el 50% de descuento sobre el precio de tarifa. Mientras que la carga rápida de 50 kW en estos puestos tiene un coste de 30 céntimos por kW, los Nissan podrán cargar desde sólo 15 céntimos el kW. 

Con las pilas cargadas iniciamos nuestro viaje alrededor las Hoces del Cabriel, por el Pantano de Contreras, donde desde su propia orilla disfrutamos de unas vistas espectaculares. Y de tocar con nuestras propias manos el agua del embalse, nos fuimos a ver las puertas que retienen su caudal, en una visita impactante por el gran dique y curiosa por las instalaciones abandonadas junto al mismo.

Y de algo un lugar creado en 1972, nos fuimos a dos localizaciones mucho más antiguas: el yacimiento arqueológico de ‘El Molón’ en Camporrobles, y la ciudad ibera de Kelin, en Caudete de las Fuentes.

Tras recorrer algunas poblaciones más de la zona, visitar entornos naturales tan atractivos como los Cuchillos de la Fonseca o las salinas de Jaraguas, pusimos fin a la primera jornada de viaje, todavía con 93 kilómetros de autonomía restante en el ordenador de a bordo, lo que habla de la magnífica eficiencia del Nissan Leaf.

Segunda jornada

Arrancamos la segunda jornada recargando de nuevo las pilas del Leaf. En algo más de media hora ya teníamos listo el 80% y en una hora prácticamente el 100%. Con apenas 4 euros volvíamos a disfrutar de más de 230 kilómetros de autonomía. Y es que la red Easycharger Nissan es fácil de usar, rápida gracias a sus conectores de 50 kW y especialmente económica para los clientes de la firma japonesa. En esta nueva etapa seguimos recorriendo los alrededores de la reserva natural, parándonos en tranquilas poblaciones como Venta del Moro, Casas de Pradas o Los Isidros, desde donde tomamos la A-32 y después enlazamos con la N-322 para cruzar literalmente el río Cabriel y disfrutar de las vistas de sus famosas hoces en el margen del cauce.

Horas y horas a los mandos del Leaf que completamos sin nada de fatiga gracias al tremendo confort de este vehículo eléctrico. Es extremadamente cómodo de conducir: silencioso en cualquier circunstancia, de reacciones progresivas si no se le buscan las cosquillas y sumamente fácil de manejar gracias al e-Pedal, con el que se puede acelerar y frenar tan sólo con el acelerador.

El Nissan Leaf es un coche súper equilibrado. Tanto las suspensiones, como el tacto de la dirección tienen un compromiso excepcional entre confort y deportividad, manteniendo firme al coche, pero absorbiendo bien las irregularidades del asfalto, y con un guiado preciso, pero con un buen ángulo de giro y una acertada desmultiplicación.

Esto permite que el eléctrico de Nissan no sólo sea un perfecto aliado para moverse por la ciudad, sino un buen compañero de viaje en salidas de ocio, incluso para los acompañantes. Y es que el Leaf tiene un interior sorprendentemente amplio. Las baterías van ubicadas en el suelo y entre eje delantero y el trasero, lo que no resta espacio a los ocupantes de las plazas traseras, que gozan de un buen espacio para rodillas, cabezas y caderas. Y todo ello con un maletero de 394 litros en la versión de 40 kWh, que en el de 68 kWh se reduce a 385.

El Nissan Leaf es un coche eléctrico pensado principalmente para moverse por ciudad, pero es un auténtico placer emplearlo para el tiempo de ocio en familia como hemos vivido a lo largo de estas dos jornadas, en las que hemos disfrutado del parque natural de las Hoces del Cabriel, nos hemos desestresado gracias a la tranquilidad de los pueblos que lo rodean, hemos gozado con los buenos vinos que se elaboran en la propia Ruta del Vino de Utiel-Requena, y hemos incluso aprendido algo más de historia de nuestro país.