Tan razonable y práctico, como divertido

La evolución sufrida por la última generación del Octavia sobre su antecesor ya nos gustó mucho. La marca checa del Grupo VW ha sabido mejorar la dinámica de su berlina de más éxito, sin comprometer aspectos tan importantes en este segmento como el confort o la facilidad de uso y sencillez de manejo, por no hablar de la seguridad. Pero si la evolución del resto de la familia Octavia nos pareció plausible, lo que Skoda ha conseguido con sus variantes más deportivas, los RS que hoy les traemos a nuestras páginas, es realmente destacable.

De entrada, la estética es mucho más agresiva y atractiva, sin llegar a la estridencia de otras variantes de acento deportivo. Así, basta con pintar en negro la calandra, los retrovisores, los marcos de las ventanillas, el discreto spoiler trasero y el difusor, para que junto a las llantas de 18 pulgadas -opcionalmente 19 pulgadas de diámetro-, con neumáticos 225/40 o 225/45 y diseño exclusivo, distingan a estos RS suficientemente y sin pasarse. Lo mismo sucede en el interior, donde los deportivos asientos tipo baquet, con el reposacabezas integrado, tapizados en negro y con costuras en rojo, el volante deportivo o los pedales, bien dimensionados y de aluminio, dejan claro que estamos ante una versión más racing, sin innecesarios aditamentos –las más de las veces, superfluos-.

Ya estemos ante la carrocería berlina o el familiar, tendremos la misma habitabilidad y capacidad de cualquier Octavia, lo que ya es mucho decir, puesto que a sus buenas cuatro plazas –la quinta, siendo mejor que antes, sigue resultando escasa- se añade un maletero de 600 litros de capacidad que llega a los 625 en el caso del Combi o familiar. Si optamos por las versiones híbridas enchufables, sí tendremos una reducción de capacidad, puesto que hay que ceder espacio para las baterías, concretamente 450 litros en la berlina y 490 en el familiar.

Pero lo realmente destacable de estos RS, no es su atractivo y equilibrado aspecto, ni sus cifras de potencia, ni su cambio DSG de 7 velocidades (6 en el híbrido), ni siquiera el hecho de ser, de largo, los más económicos de su categoría – 34.912 euros el gasolina, 35.532 euros el diésel y 38.120 euros el híbrido enchufable, con sólo 70 euros más en el caso de los Combi, 700 euros más en el caso del híbrido-; sino el trabajo de Skoda en su puesta a punto, con suspensiones específicas, dirección más rápida y precisa, modo de conducción RS y la guinda que supone incluir el sistema DCC –Dynamic Chassis Control, o lo que es lo mismo, amortiguadores de dureza variable- como equipo de serie, a modo de oferta de lanzamiento. El resultado es espectacular, tenemos un coche con suspensión muy firme, ágil y muy preciso. Su paso por curva es rápido, limpio y sin balanceos. Los frenos eficaces, resistentes y dosificables. Nada que ver con un Octavia normal. Transmite mucha confianza y seguridad a su conductor y no hay que ser “Cohete” Suarez –luego hablaremos de él- para sacarle partido, ir realmente deprisa y divertirnos a lo grande –la sonrisa que se nos colgó en la cara tras recorrer los tramos del Rallye de Madrid a “buen ritmo” fue de lo más elocuente-. Pero, y aquí viene lo bueno, sigue siendo un coche sumamente práctico, muy espacioso y fácil de conducir, razonablemente confortable en un uso cotidiano y con unos consumos muy comedidos. No es fácil conseguir semejante compromiso y en esto Skoda lo ha “bordado”.

Respecto a las versiones, diremos que el gasolina es, de largo el más rápido. Sus 245 CV siempre están ahí y su 0-100 km/h en 6,7 segundos o sus 250 km/h de punta hablan por sí solos. El diésel es más rutero, pero igualmente brillante y divertido, su consumo es muy contenido, con una media homologada de 4,9 l/100 km. El RS iV, como se denomina el híbrido enchufable, monta el motor 1.4 TSI del Grupo VW cuyos 150 CV se elevan, gracias al motor eléctrico, hasta los 245 CV. Puede rodar hasta 60 km en modo 100 % eléctrico y la inmediatez con la que entrega la potencia es excelente, sin embargo esos 245 CV sólo duran 8 segundos, después tendremos 190 CV y 25 segundos más tarde habremos de conformarnos con los buenos 150 CV de su motor de combustión. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanza los 225 km/h. Cuesta 4.000 euros más que el gasolina 245 CV, pero es, claramente menos deportivo que aquél, a cambio tiene la etiqueta 0 –imprescindible para cada vez para más gente- y la posibilidad de rodar casi 50 km, reales en modo eléctrico.

SKODA, CON COHETE SUÁREZ

La presentación de los Skoda Octavia RS contó con un invitado de excepción en la persona de “Cohete” Suárez y su copiloto “Nin”, tripulación que, a los mandos de un Fabia R5 a punto estuvieron de ganar el nacional de Rallyes del año pasado –el sistema de puntuación de este campeonato les dejó a sólo un punto de conseguir el título-. Y es que Skoda España se ha involucrado en el proyecto y atacarán el nuevo Súper Campeonato de España de Rallyes –mitad asfalto, mitad tierra-, como máximos favoritos al título. Así, además de su patrocinio en los principales eventos ciclistas de nuestro país, la marca checa se involucra de la mejor manera posible en el apasionante mundo del Motorsport.