u n ingenioso sistema de seguridad vial ideado por Diego Nicolás Gil, un empresario de Molina de Segura, acaba de ser aprobado en el Consejo de Ministros para su futura implantación en los vehículos que salgan al mercado.
El sistema V-27 se basa en unos dispositivos específicos conectados a los vehículos que, a través de ondas de radiofrecuencia, pueden detectar cualquier situación de peligro en un radio de 500 metros. Para ello, el conductor -o los pasajeros- del coche accidentado, debe activar el sistema a través de un mando -o la señalización de ‘warning’ con los cuatro intermitentes- para que los demás conductores de la zona puedan recibir el aviso. Éste se podrá percibir mediante una señal luminosa junto a los demás testigos del cuadro de mandos, acompañada de otra señal acústica.
La implementación del sistema V-27 es muy sencillo, ya que se trata de un pequeño dispositivo autónomo que solo necesita alimentación del vehículo para su puesta en marcha. Al no depender de las redes de telefonía ni de satélites -usa su propia banda de frecuencia-, se evita su desprotección en lugares en los que la cobertura es escasa. Además podrá hacer funciones adicionales, como bajar el volumen de la radio para que el conductor y sus acompañantes presten más atención si le llega una emergencia.
Según la resolución del Consejo de Ministros del pasado día 17 de marzo, se prevé la implementación de este sistema en un corto plazo en nuevos vehículos, así como un plan para la instalación paulatina en el parque automovilístico actual.
Diego Nicolás, gerente y fundador de Talleres La Variante, se le ocurrió esta idea en 2017 al comprobar cómo, año tras año, las cifras de siniestros por alcance no se reducían. Además, por su profesión, ha conocido de primera mano los peligros de la asistencia en carretera, un trabajo que se cobra cada año una decena de vidas a nivel nacional. Eso le impulsó a diseñar esta solución que veremos en nuestros vehículos.
