La idea surgió cuando entrevistamos a José Santonja, máximo responsable de Setter e impulsor del renacimiento de la otrora popular fábrica ilicitana, ¿Cómo sería una Setter Areca si la configurásemos a nuestro gusto?¿Sería eso posible?

De la idea se pasó a los comentarios y tanto el propio José Santonja, como Paco Marín -CEO de Motos Marín, distribuidor oficial de Suzuki, Setter y UM en Murcia y Alicante- no veían problemas a todas las sugerencias que íbamos haciendo, al margen de aportar las suyas propias.

Así, se decidió que habría que adoptar un escape con salida por arriba -menos expuesto cuando se use por caminos de tierra y campo- que, además mejorase el rendimiento y el sonido del voluntarioso motor monocilíndrico de 125 c.c. alimentado por inyección. No fue fácil encontrar quien lo construyese y adaptase, pero se consiguió. Se recubrió con cinta de amianto para evitar quemaduras y mejorar su temperatura de rendimiento y se adoptó una voluminosa petaca de aluminio a modo de silencioso. El primer objetivo se alcanzó, era más atractivo y propio de una Scrambler, sonaba mejor y el rendimiento era, cuando menos, más desahogado -importante en un motor de limitadas prestaciones-. Se tuvo que modificar el pedal de freno, pues ya no tenía que sortear el escape de serie que discurre por abajo.

El siguiente paso fue modificar la altura del conjunto, se regló la suspensión trasera en su máxima altura y se adoptó un manillar más elevado, con los extremos ligeramente curvados hacia atrás, ganando así la altura necesaria y consiguiendo una postura de conducción más erguida y que confiere una mejor maniobrabilidad.

Empezábamos a tener la imagen que buscábamos y llego el turno a la decoración. Nuestra sugerencia era pulir el depósito de combustible y combinarlo con un asiento largo y bajo, pero terminado en forma de colín y tapizado en cuero marrón€ Pruebas y más pruebas, nos llevaron a contemplar la propuesta del pintor de Setter que insistía en que no era necesario pulir una pieza tan grande y con tantas curvas -siempre quedaría irregular- para conseguir el efecto deseado y€ efectivamente y gracias a su minucioso trabajo conseguimos el color y acabado que andábamos buscando. Dado el acabado en negro mate de la mecánica y el nuevo escape, se optó por montar las tapas laterales también en negro mate, mientras que la bandera ajedrezada -tan evocadora de la competición y de otras épocas- que surcaba el lomo del depósito -ligeramente desplazada, como el tapón de llenado de combustible- también se colocó en las mencionadas tapas.

El marrón escogido para la tapicería del asiento, desentonaba con el negro mate de la parte inferior del conjunto y se optó por tapizarlo en negro; pero el asiento que Setter propone, siendo largo, cómodo y estéticamente atractivo -además de ideal para emplear a dúo-, no terminaba en el ansiado colín que habíamos imaginado. Setter dispone de un kit racing para sus Fenix e intentamos montarlo, pero no quedaba del todo bien€ se hubo de buscar un tapicero y diseñar y construir el asiento diseñado.

Nuestra Areca era ya una moto muy especial, muy a nuestro gusto, muy como pensamos que debería ser una auténtica Scrambler cuando se nos ocurrió el último "toque", sustituir los retrovisores convencionales por otro más pequeños y anclados en los extremos de su nuevo y más alto manillar.

El resultado, como se ve en las fotos, es, a nuestro juicio, el del propio Santonja y el del muy cualificado Paco Marín, sencillamente: espectacular, al margen de las muchas miradas de admiración y los comentarios que nos hacen al detenernos en los semáforos. Aunque el mensaje es poner, encima de la mesa, las posibilidades de personalización que Setter es capaz de ofrecer. Nosotros la hemos imaginado y construido así, pero cada cliente puede hacerlo a su modo y estilo. Por último, debemos decir que, pese al trato de favor, la transformación nos ha salido muy bien de precio, ya que apenas ha incrementado su ajustado precio final -2.540 €+ matrícula- en 500 €.

Otro día os ofreceremos la prueba dinámica de "nuestra criatura", de momento, estamos orgullosos y lo hemos pasado en grande, haciendo realidad la Scrambler de nuestros sueños.