Un año más recibimos la llamada de Fernando Salvador, director de Comunicación de SEAT: 'contamos contigo para el Montecarlo Histórico; este año tenemos un proyecto fantástico'. No era una pregunta, porque no necesitaba respuesta. De las cuatro participaciones de SEAT Coches Históricos en el Montecarlo Historique, hemos contribuido con nuestro modesto entender, en tres de ellas, ejerciendo como 'ovrieurs', es decir, reconociendo los tramos antes del paso de los coches del equipo y detallando las incidencias y condiciones de los mismos, para que los pilotos pudiesen montar los neumáticos más adecuados y evitar cualquier sorpresa de última hora. Es un trabajo duro, que exige muchas horas dentro del coche, madrugones de cuidado, tensiones, etc., pero que siempre hemos hecho con el mayor agrado, toneladas de ilusión y una motivación extraordinaria. Para cualquier aficionado, pasarle 'notas' a todo un Salvador Cañellas o, como este año, al gran Mía Bardolet, es un sueño hecho realidad. Un sueño que dura mucho tiempo en nuestra memoría -casi todo el año, en realidad ya estamos esperando la llamada para la próxima edición-.

El de este año, era un proyecto especial, se trataba de rememorar la primera participación internacional de un SEAT, justo el Rallye de Montecarlo de hace 65 años, y de celebrar el 70 aniversario del primer modelo fabricado por la marca española. Como siempre, además del 'coche gordo', se invitaría a periodistas especializados para conducir otras dos joyas de la colección SEAT Coches Históricos, el 1430 1.800 y el 127.

El trabajo realizado por SEAT Coches Históricos para convertir un coche anti-rallyes como el 1400B -grande, pesado y justito de potencia- en un coche que ha demostrado poder ganar el Montecarlo ha sido extraordinario. Isidre López, máximo responsable de la división y su extraordinario equipo humano, consiguieron dejar el coche en 1.075 kg. -incluyendo refuerzos, barras antivuelco y el resto de medidas de seguridad- cuando se partía de 1.150 kg. y aumentar la potencia hasta 88 CV de los 57 CV que daba la versión más potente (el B Especial). Por su año de fabricación, el SEAT 1400B podía acogerse a la media baja -de las tres en las que se compite- y con Mía Bardolet al volante y Eloy Alsina como copiloto, el equipo era consciente de que si nevaba como de costumbre, serían muy competitivos.

Por nuestra parte y compartiendo un SEAT Ibiza FR de 115 CV con cambio DSG, un par de ruedas de clavos en el maletero, una robusta eslinga y un Blunik -aparato de medida, idéntico al que utilizaban los tres coches en carrera-, con nuestro compañero, amigo y excelente piloto Fernando Lobón, partíamos dos horas antes de la salida del Rallye -desde Barcelona, claro, aunque el Montecarlo Historique tiene salidas desde cinco ciudades- para ir detallando las condiciones de una durísima etapa común que nos mantuvo 22 horas en el coche, hasta llegar a la ciudad francesa de Valence.

Nunca fue tan fácil nuestro trabajo. Todas las notas se resumían en un decepcionante 'limpio y seco hasta el final' y la esperada nieve o el hielo, brillaron por su ausencia en los 15 míticos tramos y los más de 3.000 kilómetros del Rallye que discurrieron en 5 días. Sabíamos que necesitábamos el blanco elemento y la máxima dificultad para ser competitivos, pero en esta ocasión no apareció.

Con todo, con las 26 horas al volante que pasamos en la última etapa -extenuante, con los míticos Col de Braus, Burcet o Turini y sus miles de curvas y paellas, limpios como patenas- el equipo -o ¿debería escribir familia?- estaba haciendo un gran papel. Mía llego a colocar el 1.400 entre los 10 primeros y a liderar su categoría, Quique Trillo mantenía el 'catorce treinta' en torno a la 30ª posición y Bonilla y Vicario estaban entre los 100 primeros con el 'tisiete', de los más de 300 clasificados.

Finalmente tuvimos que conformarnos con la 16ª posición y segunda de su categoría para el 1.400, 33º para el 1430 y 91º para el 127. Una edición más con los tres coches en la meta -como bien decía el bueno de Isidre: 'estos Seat son más duros que el pecho de un enano'-.

Felicidades SEAT Coches Históricos, no solo habéis demostrado, una vez más, vuestra enorme profesionalidad; habéis demostrado que podéis ganar el Montecarlo. Con las mejoras que a buen seguro introduciréis en el 1.400 -unos 20 caballitos más y unas ruedas más grandes, imploraba Bardolet- y con la 'casi siempre' previsible nieve, seréis un equipo temible en la próxima edición.