Llegó al mercado a principios del año pasado, por lo que es un producto reciente, creando un punto y aparte en cuanto a diseño y planteamiento en la marca. Su longitud de 4,41 metros le sitúa, dentro de los 'SUV' del fabricante, entre el compacto ASX y el Outlander, pero con una marcada personalidad que le diferencia de éstos gracias a la caída del techo a partir del pilar central. Esta atrevida silueta de coupé se remata en una zaga de corte muy vanguardista que recurre a unos visibles pilotos traseros que parten la luneta en dos.

INTERIOR MODERNO Y CONFORTABLE

La forma exterior apenas condiciona un habitáculo amplio, cuyas plazas traseras se benefician de un ajuste longitudinal de 20 centímetros, además de regular su respaldo varios grados. Estas plazas se dividen en una proporción de 60/40 y la capacidad del maletero es de 485 litros -466 litros si monta la tracción total-. Llama la atención asimismo la calidad de los materiales, de lo mejor que hemos visto en la marca, con muchos plásticos blandos en las superficies más a la vista, y un diseño acorde con los aires vanguardistas del vehículo. Acogedor y confortable, el Eclipse Cross destaca además por un puesto de conducción elevado, con todos los mandos a la mano, que se completa con un panel de instrumentos con la posibilidad de sumar la información más relevante reflejada delante del parabrisas. La pantalla del sistema multimedia y de navegación es de 7 pulgadas, está en un lugar visible del salpicadero y se puede gobernar a través de una cómoda superficie táctil entre los asientos.

GAMA MECÁNICA AMPLIADA

A la oferta mecánica existente, formada por un propulsor de gasolina de 1,5 litros y 163 CV -disponible tanto con tracción delantera o total y caja manual de seis relaciones o automática de ocho-, se le ha unido recientemente una opción de gasóleo de 2,2 litros y 148 CV que se asocia invariablemente al cambio automático y tracción total. Así se amplía el espectro de clientes y se dota al Eclipse Cross de un propulsor ahorrativo y coherente, que le permite ser más rutero sin perder capacidad en campo. Además, esta versión diésel se escala en la cima del modelo al configurarse con el acabado más alto Kaiteki con todo lo que ello implica. Como ya probamos el pasado año la variante de gasolina de 163 CV con cambio automático y tracción total, de la que destacamos su 'buena respuesta a partir de medio régimen, sin dejar la zona baja del cuentavueltas hueca; las buenas sensaciones con la posición de manejo Sport - transiciones entre marchas a más vueltas- que sumaba agilidad al conjunto y un modo Eco que lograba redondear unos registros de consumo que pensábamos imposibles para este tipo de todocamino -media homologada de 7 litros por cada 100 km-', nos centramos ahora en la nueva versión diésel de 148 CV que tiene muchos puntos en común con la de gasolina. Para empezar su buena calidad de rodadura. Su motor apenas se escucha, igual que ocurre con los ruidos del exterior, algo que se agradece en viajes largos junto a un tarado de suspensiones que tira a suave sin descolocar mucho la carrocería. La respuesta al acelerador es gratificante por encima de las 2.000 revoluciones y su gasto, si ya era llamativo por lo bajo en el caso de su hermano de gasolina, en este 220 DI-D es ciertamente interesante: una media homologada de 6,9 litros por cada 100 km. Ningún reproche tampoco al cambio automático de convertidor de par y ocho relaciones con levas en el volante. Responde con una rapidez razonable para el carácter del vehículo y resulta un buen aliado para los modos de conducción específicos de la tracción total, 'nieve', 'gravillla' y 'auto'. Al hilo de esto, de cara a las excursiones campestres, hace valer sus 18 centímetros de altura libre al suelo, buenos ángulos 'off-road' y la tracción total inteligente de serie -con un sistema específico de reparto selectivo del par-, aunque hay que tener en cuenta la monta de neumáticos en llanta de 18 pulgadas, eminentemente rutera.

TOPE DE GAMA

Como el Eclipse Cross 220 DI-D solo se puede asociar al acabado de referencia Kaiteki, su listado de elementos es muy completo: ópticas de Led, tapicería de cuero, equipo de audio mejorado Rockfort Fosgate con conectividad Android Auto y Apple CarPlay, proyección de datos Head Up Display y varios sistemas de asistencia a la conducción -frenada de emergencia, alerta de salida de carril, detección de vehículos en los ángulos muertos o asistente de cambio de luces de cruce y carretera, entre otros-.

El precio de la nueva versión diésel del Eclipse Cross se queda en los 33.900 euros contando con la promoción que ofrece la marca. Un precio no muy elevado habida cuenta de lo equipado que viene y sus cualidades en marcha, unas virtudes a las que se les puede sacar partido fuera del asfalto. Además, su atractivo perfil aumenta su exclusividad.