La tercera generación de la furgoneta más popular de Citroën viene dispuesta a seguir con el camino de éxitos que comenzó en 1950 con la versión equivalente del 2CV. Ya entonces fue valorada por su enorme polivalencia a un precio razonable, pasando a la historia como una de las primeras furgonetas de tracción delantera de gran producción. Casi 70 años después, el concepto permanece pero adaptado a los tiempos. La Berlingo ahora puede valer, además de para la carga, como turismo para viajes largos gracias a sus versiones 'Combi' para pasajeros que, al igual que las variantes más profesionales 'Van' ofrecen dos largos de carrocería: M con 4,40 metros y XL con 4,75 metros.

Como en este artículo vamos a hablar de las versiones de acceso a la familia Berlingo, comenzamos por las variantes Combi, una opción destacada para los que van con la familia y no quieren renunciar a la capacidad de una furgoneta. No en vano, despejando la trasera de asientos logramos una longitud de carga de 2,70 metros para la talla M y de 3,05 metros para la XL (abatiendo también la plaza del acompañante). Sin prescindir de todas las plazas, el maletero es casi mejor que el de un monovolumen: 600 litros en la carrocería corta y 850 litros en la larga (entre 209 y 320 litros con tres filas de asientos).

A la venta desde 13.740 euros (sin IVA), la Berlingo Combi se configura con los acabados Live, Feel y Shine, tanto en la talla M como en la XL. De serie, el nivel Live incorpora elementos como la alerta de descanso para el conductor, la banqueta trasera abatible para dejar un suelo plano (proporciones 1/3 - 2/3), la bandeja para objetos bajo el techo, los sensores de presión de neumáticos, el asistente de arranque en pendientes, los sensores de lluvia y luces, el programador de velocidad con limitador y reconocimiento de señales, el aviso de salida de carril involuntaria, la advertencia de colisión y la frenada de emergencia. Con este acabado Live, el nivel de acceso va animado por un motor diésel de 75 CV. Por su parte, el mismo acabado pero para la Combi XL, que puede albergar hasta siete asientos, ofrece llantas de 16 pulgadas, portón trasero con limpialuneta, equipo de audio con manos libres 'Bluetooth' y entradas auxiliares y aire acondicionado, entre otros. El precio de esta última versión es de 15.360 euros (sin IVA) e implica como mínimo el motor de 100 CV diésel.

Por otro lado, la Berlingo más comercial, denominada Van, presenta las mismas dos tallas, M y XL, con un volumen de transporte de 3,3 m3 para la primera y de 4,4 m3 para la segunda. Las cargas máximas útiles son de 650 y 1.000 kg respectivamente. Además hay una versión especial de cabina que puede montar en la fila delantera a tres ocupantes, con un asiento central convertible en una mesa de trabajo. El equipamiento de la Berlingo Van en largo M, cuyo precio de partida es de 13.890 euros (sin IVA), es similar al de la Combi M pero con un enfoque más profesional (para el tratamiento de la carga). Se denomina Control este acabado de ataque y se asocia al motor de base diésel de 75 CV. La versión extendida XL de la Van cuesta desde 15.370 euros (sin IVA) y su mecánica de acceso es como la de la Combi XL, el bloque diésel de 100 CV. Igual que ocurre con ésta, aumenta su nivel de equipamiento en el acabado Control, también desde un punto de vista del trabajo.

Fuera de estas versiones de inicio aquí tratadas hay más posibilidades motrices, tanto en diésel como en gasolina, con opciones de 75, 100 y 130 BlueHDi (el último puede montar la caja de cambios automática EAT8) y de 110 CV en gasolina PureTech.