Gracias a la colaboración de Huertas Center, concesionario oficial de Fiat en Murcia y Cartagena, hemos podido probar a fondo el exclusivo Abarth 124 Spider. Un simple vistazo -al coche o a las caras de los que lo miran a su paso-, basta para comprender que no estamos ante un vehículo convencional; desde su espectacular decoración con el capó y la tapa del maletero pintados en negro mate, a su soberbio sonido, bronco y grave, todo en este Abarth está pensado para divertirse conduciendo y disfrutar de fuertes sensaciones. Puede que sus 170 CV no impresionen demasiado, pero si añadimos que sólo han de mover 1.135 kg y que se trata de un tracción trasera con diferencial autoblocante, la cosa cambia.

Sus cifras son muy brillantes, pues tiene una velocidad punta de 232 km/h y una aceleración 0-100 km/h en solo 6,8 segundos -por cierto, su consumo medio homologado es de 6,4 l/100 km-, pero nada comparado con las sensaciones que transmite. Frena mucho y bien, gira con mucha precisión y su excelente cambio de 6 velocidades -opcionalmente por 1.900 euros hay también un automático secuencial, con levas al volante-, permite estirar su motor de 1.4 litros con turbo hasta las 7.000 vueltas, pese a que entrega su potencia máxima a 5.000, y su generoso par motor de 250 Nm a solo 2.500 rpm.

En un coche de casi 40.000 euros -38.000 euros con descuentos- cabría esperar un equipamiento más generoso de serie, pues aquí no hay navegador, ni Bluetooth, ni luces automáticas o entrada sin llave... Sin embargo, todo ello se sustituye por componentes de la máxima calidad, desde sus baquets, a sus amortiguadores firmados por Bilstein, sus llantas de aleación, etc. Todo sea por una conducción que nos ha cautivado por su pureza, ya sea enlazando curvas de alta velocidad -en realidad escandalosa velocidad- en autopista, como paseando a cielo abierto por la ciudad; aunque su verdadero territorio son los puertos de montaña y las carreteras secundarias -cuanto más viradas, mejor-, donde tanto con el programa Sport conectado como desconectando el control de tracción y estabilidad, llegaremos a cotas de diversión y confianza al alcance de pocos coches. No es por lo condenadamente rápido que es, sino por lo divertido y emocionante que resulta comprobarlo.