Mariano Rajoy clausuró hoy el seminario internacional "El desafío de la inmigración: la gestión de los flujos migratorios en el siglo XXI", organizado por la Internacional Demócrata de Centro (IDC), cuyo presidente, Pier Ferdinando Casini, apostó por luchar contra los flujos ilegales por su relación con el terrorismo, hecho que "está demostrado."

Rajoy expuso durante su intervención la impresión que le causó vivir anoche, por casualidad, la llegada de un cayuco a Arguineguín, en el sur de Gran Canaria, por donde paseaba cuando se produjo el arribo, lo que le ha hecho reafirmarse en su lucha contra los tráficos ilegales de personas.

El líder popular, quien supo esta mañana que uno de los ocupantes de la embarcación murió en la travesía, aseveró que se debe luchar contra la inmigración ilegal con contundencia, pues la resignación es "inadmisible" y una "inmoralidad" que convertiría a los políticos y gobernantes en responsables de las desgracias que se producen en mar y en tierra.

Por ello, afrontar la inmigración es "un reto capital" para el PP y será "básico" en su programa electoral.

Entre las iniciativas que planteará destacó que prohibirá por ley las regularizaciones masivas como la realizada por el Gobierno socialista para 600.000 personas y que despertó las críticas de la Unión Europea.

Además, el PP trabajará para que Europa cuente con una política común en materia de inmigración, de modo que los visados, las normas, y cualquier cuestión que afecte a los ciudadanos de terceros países sean iguales en todos los estados de la Unión, pues Europa no es "sólo un concepto económico y de libre circulación", sino también político.

"Si la Unión Europea quiere una política exterior tiene que ocuparse de la inmigración", pues se trata de una de las cuestiones que más preocupa a los europeos, aseguró.

Rajoy apostó por ayudar a los países emisores de inmigrantes tanto desde España como desde la Unión Europea, pero recalcó que ello debe conllevar la petición de que dichos países colaboren con Europa en la lucha contra la inmigración ilegal.

El fenómeno migratorio, que pidió considerar como una oportunidad tanto para los países de acogida como para los inmigrantes, está produciendo cambios importantes en la sociedad española, donde la población extranjera ha pasado de suponer el 2,4 por ciento del total en 1996 a copar en la actualidad el 10 por ciento, en algunas zonas hasta el 20.

Por ello, la inmigración debe ser legal porque los países, al igual que los hoteles, tienen capacidad limitada en sus servicios.

Además, la ilegal es perjudicial para los inmigrantes porque miles de ellos mueren en el mar y para el país de acogida porque produce colapso en sus servicios, es buena sólo para las mafias, manifestó.

Por otra parte, la integración de los inmigrantes es "fundamental" pues tendrán los mismos derechos que los españoles, pero también las mismas obligaciones, entre ellas las fiscales.

El presidente de la IDC, Pier Ferdinando Casini, destacó como una de las cuestiones por las que es necesario luchar contra la inmigración ilegal la relación entre clandestinidad y terrorismo, pues los terroristas ayudan a "estos desventurados" y generan las bases para obtener "caldo de cultivo", dijo.

"Hay conexiones entre inmigración irregular y terrorismo" y "está demostrado", aseveró.

Casini agregó que Europa debe asumir mayores responsabilidades ante el fenómeno de la inmigración, no sólo en el control de las fronteras y la represión, sino en el apoyo a regiones como Canarias, a la que no se puede "dejar sola".

Ni España ni Italia, añadió, son el destino final de los inmigrantes, sino que suponen sólo su primera base logística.

Los acuerdos bilaterales con los países de origen, prosiguió, son fundamentales para que no corran el riesgo de sucumbir ante la emigración de sus poblaciones, por ello hay que ayudar a sus estructuras nacionales y policiales.

La nueva clase dirigente africana necesita inversiones y confianza, aseguró.

El secretario general del PP Europeo, Antonio López, puso de manifiesto la necesidad de que crear "una auténtica política europea" de inmigración, mientras el responsable popular en Canarias, Jose Manuel Soria, vaticinó que el actual fracaso económico de África se puede convertir "en el fracaso social de Europa mañana".