El 70 por ciento de la población está infectado del citomegalovirus, que se contrae ya a una edad muy temprana, a eso de los doce años, y que acelera el envejecimiento del sistema inmunológico, explicó en conferencia de prensa Beatrix Grubeck-Loebenstein, directora del Instituto de Biomedicina para estudios del envejecimiento de Innsbruck.

Ese virus pasa desapercibido pero, según los estudios más recientes, las personas afectadas se ponen más fácilmente enfermas y su estado de salud es más delicado que el de personas que no son portadoras del virus.

Además, su expectativa de vida es más corta, ya que desde la juventud tienen que luchar contra ese inquilino latente, lo que afecta a la inmunidad. Sin embargo, esta infección se puede remediar con una vacuna, subrayó la investigadora.

Según el rector de la Universidad de Medicina de Innsbruck, Clemens Sorg, la ciencia no aspira a prolongar la vida humana, sino a reducir los períodos de enfermedad, de modo que los pacientes puedan vivir con dignidad los años de la vejez.

Los científicos han conseguido mediante ingeniería genética prolongar la vida de unos nematodos, unos gusanos que viven hasta cinco veces más que lo normal, lo que aplicado en el hombre significaría una vida de 500 años.

Los resultados de la investigación se deben a la labor del científico Thomas E. Johnson de la Universidad de Colorado, EEUU, uno de los oradores destacados en el congreso, que dura hasta el 30 de noviembre.