Por fin ha llegado el esperado Audi Q8. De aspecto imponente, toma como punto de partida al Q7, pero reinterpretado en forma de ´SUV´ coupé para crear un enfoque más emocional. Una zaga descendente, ventanillas sin marco o una anchura algo superior al modelo que le sirve de base, son solo unas pinceladas de un vehículo que viene a plantar cara a los Mercedes-Benz GLE Coupé o BMW X6, dentro de un segmento relativamente nuevo.

Pero antes de desgranar algunos detalles del nuevo ´SUV´ estrella de Audi, podemos analizar el excelente momento que vive la compañía, en especial en nuestro país, su sexto mercado en importancia y en el que ha obtenido un crecimiento del 16,7 % entre enero y agosto. Eso hace estimar a los representantes de la marca unas ventas al cierre de 2018 que superarán holgadamente las 54.000 unidades matriculadas en 2017, para seguir liderando (25 años consecutivos) el mercado ´premium´ de nuestro país, con nada menos que el 30 % de cuota.

Como las cifras no vienen solas, el fabricante de Ingolstadt se ha rodeado de mucha artillería. Este tramo final de 2018, además de presentar a nuestro protagonista de hoy, el Q8, ha preparado varios platos fuertes, como el nuevo eléctrico e-tron y las renovaciones del Q3 y A1. El año que viene continuará el desfile de novedades con la nueva generación del superventas A3 y la puesta al día de los A4 y Q7.

En este marco favorable aparece el modelo que hoy nos ocupa, un formidable ´SUV´ de prácticamente 5 metros de largo y 2 metros de ancho, que despliega en su interior toda la cantidad de tecnología que sabe hacer la casa alemana.

Por fuera llaman la atención, hablando de partes concretas, la enorme parrilla octogonal y las entradas de aire del frontal, que se completan con unas ópticas de aspecto muy avanzado con Led de serie (pueden ser matriciales). En la poderosa vista lateral encontramos llantas de hasta 22 pulgadas subrayadas por unos pasos de rueda marcados. La zaga nos recuerda a la del nuevo A8 por la delgada línea que une los dos pilotos y su diseño aumenta la sensación de amplitud del vehículo. Dentro aparece una configuración similar a la que vimos hace pocos meses en el A8, con dos pantallas en la zona central del salpicadero, de 10,1 y de 8, 6 pulgadas para controlar el potente sistema multimedia, la navegación o la entrada de comandos (dibujando con los dedos).

Para la instrumentación se ha dispuesto otra pantalla de 12,3 pulgadas, configurable en varios modos y muy llamativa. También se proyectan varios datos en el parabrisas para que el conductor no aparte la vista de la carretera. El espacio, dado el tamaño del coche, es bueno, aunque detrás, dos personas irán más cómodas que tres por el diseño del hueco central. Ni qué decir tiene que los ocupantes de esta fila cuentan con regulaciones de aire y dispositivos multimedia. El maletero presenta una capacidad de 605 litros ampliables gracias a que los respaldos de esa segunda fila se abaten en tres secciones.

De momento solo se comercializa con el formidable motor diesel de tres litros y seis cilindros en ´V´ de Audi, que rinde 286 CV (la versión llamada Q8 50 TDI quattro) y se une a un cambio automático de ocho relaciones. Al igual que otros modelos de la marca de reciente desarrollo, el nuevo Q8 incorpora una hibridación ligera a 48 voltios gracias a un motor eléctrico que ayuda en el arranque y hace de generador de tensión para almacenar esa energía en una batería de iones de litio. De esta manera, el motor de gasóleo se puede apagar momentáneamente en carretera si se deja de acelerar algo más de medio minuto, a fin de conseguir mayor eficiencia. Una eficiencia que le permite disponer de la etiqueta ECO de la DGT. Por otro lado, la tracción integral quattro es de serie, puede contar con suspensión neumática, que varía la altura del coche e incluso puede bajar solo el eje trasero para facilitar la carga de objetos. También tiene disponible la dirección en las ruedas traseras, que aumenta la maniobrabilidad del vehículo en poca velocidad y la estabilidad en carretera.

Como es habitual en los coches de referencia de la marca, harían falta más páginas para describir todos los sistemas de ayuda y seguridad que incorpora o la ingente cantidad de opciones disponibles (algo que ya haremos cuando dentro de unos meses lo podamos probar con más detenimiento). De momento nos conformamos con esta toma de contacto, que nos ha dicho mucho de las posibilidades del nuevo modelo alemán, y que pronto contará con más motorizaciones, como otra diésel de 231 CV (40 TDI) y una de gasolina de 340 CV (55 TFSI), entre otras. El precio de partida de la única versión lanzada Q8 50 TDI quattro es de 84.840 euros.