Llega a los concesionarios la puesta al día del Mazda CX-3, que aparece con un frontal más estilizado junto con otros detalles de diseño, más dotación de seguridad y asistencia y una gama mecánica más eficiente. Presentado en el pasado Salón del Automóvil de Nueva York, de momento conocemos el precio de su versión más potente, que queda ligeramente por debajo de los 30.000 euros. A este motor de referencia en la gama, el 2.0 SKYACTIV-G de gasolina de 150 CV, se unen otras potencias del mismo combustible, así como bloques diésel.

Todos ellos están modificados para cumplir la normativa de contaminación Euro 6d-Temp con soluciones, en el caso de los diésel, como la rebaja de la temperatura de combustión gracias al aumento de la cilindrada del bloque motor para conseguir unas emisiones de NOx más bajas.

En cuestiones de equipamiento, la nueva gama CX-3 se actualiza con el sistema de seguridad i-ACTIVESENSE que puede incluir, entre otros dispositivos, un asistente de retenciones de tráfico con control de distancia al vehículo precedente. También puede contar con ópticas de iluminación matricial, llantas de hasta 18 pulgadas o un nuevo tono para la carrocería llamado ´Soul Red Crystal´. Dentro aparecen varias novedades, como el reposabrazos central o un freno de estacionamiento con asistente al arranque en pendientes.

Es el segundo ´restyling´ que recibe el ´crossover´ compacto de Mazda desde su llegada al mercado en 2015. Un modelo exitoso que tiene una longitud muy práctica de 4,28 metros y que redondea su apetecible familia con motores de entre 116 y 150 CV, transmisiones delantera o total y cambios manuales o automáticos. La edición que comienza ahora su andadura comercial presta aún más atención a la filosofía de diseño centrada en el ser humano de Mazda y está pensada para proporcionar una experiencia más refinada y de mayor calidad, en todos los aspectos.

Así, el estilo KODO (´alma en movimiento´) evoluciona para continuar con esa vista de sofisticación que distingue a los modelos de la marca.