Hace pocos meses, la marca de Ingolstadt lanzaba la cuarta edición de su berlina de representación A8, el modelo que, generación tras generación, acapara los últimos avances del fabricante y, cómo no, demuestra todo el poderío y la clase de Audi. De momento ha llegado al mercado con dos posibilidades mecánicas, el gasolina A8 55 TFSI de 340 CV y el diésel A8 50 TDI de 286 CV. Ambos de tres litros de cubicaje y seis cilindros, se unen a una caja de cambios de ocho relaciones de convertidor de par y tienen tracción total quattro. Más adelante llagarán versiones con bloques de hasta doce cilindros y una variante híbrida enchufable que incluso se podrá recargar sin cable y por inducción encima de una superficie especial. Tendrá 450 CV y se venderá con la carrocería alargada (al igual que anteriores generaciones, este nuevo A8 está disponible con largos de 5,17 y 5,30 metros). Nosotros hemos disfrutado de una espectacular unidad diésel 50 TDI ´corta´ y, después de estar unos días viajando en plan ´presidente´, podemos afirmar que estamos ante uno de los vehículos más avanzados y refinados del momento.

A la vanguardia

Por la ingente tecnología que monta preferimos dejar para el final sus aspectos mecánicos. Para empezar, una de las soluciones que nos llaman la atención es la adopción de una red de 48 voltios que deja la ordinaria de 12 voltios en un segundo plano. Esta de mayor tensión sirve para mover un moderno motor de arranque (que sirve asimismo de generador) y también hace funcionar a la suspensión adaptativa inteligente, disponible en toda la gama, que supone un paso adelante en confort de marcha. La regulación de la altura de la carrocería es de serie. Otra cosa muy llamativa de este vehículo es su desempeño en materia de conducción autónoma, ya que el conductor puede confiar el control de los mandos al coche (volante incluido) en un atasco, aunque en España, la ley debe cambiar para que eso sea legal. Todo esto es gracias a un gran número de sensores y cámaras que analizan constantemente los alrededores del vehículo, mejorando a su vez la seguridad (por ejemplo, puede retrasar la apertura de una puerta desde dentro si detecta que se aproxima un coche o un ciclista). Por otro lado, los faros matriciales de Led se pueden completar con proyectores láser que iluminan el doble respecto a los diodos convencionales. Detrás, la tecnología OLED hace una firma luminosa muy llamativa y cambiante al abrir o cerrar el coche con el mando. Hay muchos más dispositivos disponibles o de serie, pero necesitaríamos todas las páginas de este suplemento para explicarlos al detalle...

Hotel de cinco estrellas

El imponente envoltorio no solo destaca por su tamaño de más de cinco metros, sino también por un diseño que, si bien resulta clásico en su conjunto (algo habitual en cada nueva berlina de la casa), al fijarnos más de cerca muestra guiños de vanguardia: parrilla muy ´tecnológica´ de grandes dimensiones, filos cromados, paneles facetados... Dentro el despliegue es abrumador y nos llaman la atención nada más sentarnos las tres pantallas de la zona de manejo, la principal para el equipo multimedia se integra perfectamente en el salpicadero (no es del tipo tablet que tan de moda está, pero se agradece que aparezca más abajo porque es táctil y así es más accesible); hay otra por debajo (también táctil) para la climatización, funciones dinámicas y también para la entrada de algunos comandos de infoentretenimiento (escribiendo directamente en la pantalla); y la que hace de panel de instrumentos, configurable y muy vistosa con los gráficos. Los materiales son de muy alta calidad y están rematados con mimo. Algunas molduras de acabado metálico pueden reflejarse en el interior del parabrisas los días muy soleados, pero es un matiz de poca importancia. Los asientos delanteros disponen de masaje y ventilación, al igual que los traseros (las plazas de los laterales), que además tienen a su alcance muchos dispositivos de confort, como pantallas multimedia en los respaldos delanteros o el apoyabrazos central con ajustes para los asientos, con una pequeña tablet de 5,7 pulgadas extraíble para completar las demás funciones y el sistema de sonido e iluminación. El espacio es sobresaliente en esta parte del coche, tanto en hueco para piernas como anchura en hombros y el vano de carga, aunque no sea tan grande en proporción con el tamaño del vehículo, está bien resuelto con sus 505 litros.

Conducir en silencio

El encomiable trabajo de aislamiento del habitáculo agasaja a los de dentro con la ausencia de ruidos mecánicos y de rodadura. La versión probada, de gasóleo, emite apenas un murmullo lejano y agradable que contribuye a una comodidad de marcha pocas veces vista. De excelente conducción, la sorprendente dinámica de esta berlina grande (de dos toneladas), hace que parezca más pequeña e incluso saque los colores a algunas de formatos más reducidos. Sobran los 286 CV para movernos con total soltura, siempre hay potencia disponible en cualquier rango del cuentavueltas. El cambio de convertidor de par de ocho relaciones es sencillamente perfecto y varía su funcionamiento según el selector de modos de conducción, que en la posición mas ´limpia´, en carretera y a punta de gas, desconecta el motor de la transmisión y lo apaga para arrancarlo un poco después sin que apenas lo notemos. Soluciones como esta permiten un consumo medio bajísimo para un vehículo de este tamaño y peso: es fácil ver medias de poco más de 6 litros incluso si tocamos la ciudad (homologa 5,6 l./100 km). Por otra parte, el modo más dinámico hace al A8 un coche rápido incluso en carreteras lentas, donde hace valer su tracción total quattro.

En resumen, el nuevo Audi A8 es uno de los vehículos más avanzados del momento. Algunos de la competencia pueden contar con soluciones de asistencia parecidas, pero es que la berlina alemana puede acaparar todo lo imaginable. Con esta eficaz mecánica diésel cuesta desde 97.460 euros.