La versión SW del compacto francés le saca 33 centímetros al modelo de cinco puertas, 11 centímetros más en distancia entre ejes, lo cual mejora la excelente habitabilidad del modelo que le sirve de base. Su longitud total de 4,59 metros le permite asimismo ofrecer un maletero enorme de 556 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.660 litros abatiendo cómodamente la fila trasera. Delante calca la ergonomía de la otra variante, con una amplitud que parece sacada de un segmento superior y una presentación muy cuidada, algo que ya hemos apreciado en los vehículos más recientes del fabricante. Al igual que éstos, la instrumentación se ha configurado para que aparezca por encima del volante. Eso redunda en la seguridad a la hora de su consulta (ya que apenas hay que desviar la vista de la carretera) y también supone la instalación de un volante de diámetro más pequeño de lo normal, al que apenas cuesta acostumbrarse y que nos parece todo un acierto. Además puede ser totalmente digital, con unos gráficos muy futuristas y vistosos. La pantalla táctil del salpicadero puede ser de hasta 9,7 pulgadas y también se encuentra en una posición visible.

Gama mecánica

La familia de motores del nuevo Peugeot 308 SW ha tenido ligeros cambios recientemente y queda formada por cuatro motores diésel (dos 1,6 l. de 100 y 120 CV y otros dos 2,0 l. de 150 y 180 CV) y tres de gasolina (dos 1,2 l. con 110 y 130 CV y un 1,6 l. de 225 CV). Las cajas de cambios pueden ser manuales de cinco o seis relaciones o automáticas de seis u ocho en función de la versión. Nosotros nos hemos quedado en esta ocasión con la variante de acceso en gasolina, animada por el voluntarioso tricilíndrico de 1,2 litros con 110 CV, que promete bajas cifras de consumo y un andar suficiente.

De funcionamiento bastante refinado para este tipo de arquitectura, el bloque responde con celeridad a nuestros requerimientos (se nota la menor fricción de los tres pistones) y su sonido es hasta bonito. Tampoco vibra en exceso, solo un poco en frío y parado, y nos da un margen amplio de uso, que empieza por encima de las 1.500 revoluciones, hasta las 5.500 vueltas con mucho empaque. El corte se sitúa en las 6.500 vueltas, aunque no vale la pena pasar de la anterior cota porque la respuesta disminuye y el sonido se hace más bronco. En su manejo vemos que adelanta en vías de doble sentido con tanta solvencia (a esto ayuda bastante su peso contenido de 1.280 kg) que aconsejaríamos el nivel superior de 130 CV para aquellos que vayan con más carga o practiquen una conducción más decidida.

Por otro lado, su consumo convence, pues aunque tenga una cilindrada baja (y esto nos hace pensar en unos cortos desarrollos del cambio para sacarle más brío penalizando así el gasto), resulta que se queda en unos más que interesantes 4,2 litros por cada 100 km (homologados), algo más en nuestras pruebas, que han oscilado entre los 5,5 y los 6 litros, un rango bastante bueno para un compacto familiar de este tamaño. Hay que decir que a esto también ayudan los cambios realizados recientemente en esta mecánica en concreto que, por cierto se asocia a una caja manual de seis relaciones de buen tacto.

Dotación

Con este motor de gasolina de 110 CV se puede adquirir con los acabados Access, Business Line y Style. De serie cuenta con llantas de 15 pulgadas, indicador de presión de neumáticos, seis airbags y sensores de lluvia y luces, entre otros. Al subir de acabado aparecen las llantas de 16 pulgadas, la función ´Mirror Screen´ para el equipo multimedia (nos permite ver la pantalla de nuestro ´smartphone´ en la del salpicadero), los retrovisores abatibles o las lunas tintadas, entre muchos otros.

El Peugeot 308 SW 1.2 PureTech de 110 CV tiene un competitivo precio de partida de 15.900 euros.