El actual Sportage cumple dos años de vida con plena vigencia y plantando cara dentro de una difícil categoría en la que cualquier formato es competencia, desde los ‘crossover’ urbanos hasta los ‘SUV’ de cierto tamaño. A su favor tiene muchas cualidades, como las reputadas mecánicas del fabricante oriental (tan refinadas como las de las marcas de nuestro continente), una imagen vanguardista o los numerosos detalles de equipamiento con los que se completa, por no hablar de la garantía imbatible de 7 años o su excelente habitabilidad.

Interior y practicidad

El KIA Sportage tiene una longitud de 4,48 metros, por lo que se enmarca en la categoría de los ‘SUV’ medios. Válido por tanto como coche familiar, despliega varios detalles interesantes, como el hueco específico para guardar la cortinilla que cubre el maletero, la gran capacidad de su vano de carga (503 litros), los huecos repartidos por el habitáculo y la posibilidad de regular los respaldos de los asientos traseros. Por los materiales del salpicadero y el sobrio diseño interior comprobamos el excelente nivel de calidad que ha alcanzado la marca a lo largo de los años. El puesto de conducción es más parecido al de un turismo y el panel informativo puede contar con una pantalla a color en el centro para completar la información mostrada. El sistema multimedia también nos ha gustado al adoptar algunos botones físicos que acortan tiempo en la operativa y su pantalla puede ser de 7 o de 8 pulgadas.

Mecánicas

La gama se articula en torno a dos motores de gasolina de 132 y 177 CV, ambos procedentes de un bloque de 1,6 litros, y cuatro de gasóleo de 115, 141, 136 y 185 CV, los dos primeros con un 1,7 litros y el resto con un 2,0 litros. Excepto los dos menos potentes de gasolina y diésel, el resto se puede combinar con la tracción total y hay cajas automáticas de seis o siete velocidades y manuales de seis. Nosotros hemos podido probar la versión de ataque a la gama diésel que, con sus 115 CV, se mueve muy dignamente.

En marcha, el propulsor de 1,7 litros y cuatro cilindros es bastante silencioso, se nota la mejora en aislamiento respecto a la anterior generación. Con esta opción no se puede asociar a la tracción total, pero a cambio la sencillez de configuración va acorde con el planteamiento del coche y su nivel de poder, evitando además un gasto de combustible muy alto (4,6 litros por cada 100 km homologa, casi un litro más en nuestras pruebas, unas buenas cifras). Es cierto que la contenida cifra de par unida a los desarrollos de la caja de cambios de seis relaciones, que tienden al ahorro, no ayudan mucho para una respuesta muy deportiva, pero para un conductor medio nos parece suficiente y se beneficia además de un ajuste de suspensiones firme que da confianza en todos los firmes. Además, los mandos implicados en la conducción se accionan suavemente, por lo que la fatiga al paso de los kilómetros es menor.

Acabados

Para este motor diésel de 115 CV, la firma ha dispuesto los niveles de equipamiento Concept, x-Tech, Drive, y GT Line. De serie y desde el acceso (nuestra unidad de pruebas), el Sportage cuenta con programador de velocidad, control de presión de ruedas, llantas de 16 pulgadas, luces de día con Led, retrovisores con intermitentes integrados y aire acondicionado, entre otros. Si subimos de nivel aparecen los asistentes de salida involuntaria de carril, los sensores de aparcamiento, el reconocimiento de señales de tráfico, las llantas de hasta 19 pulgadas, faros bixenón adaptativos, los antinieblas de Led, las lunas tintadas, las barras en el techo, la piel en los asientos, el techo solar, el acceso y arranque sin llave, el climatizador doble o el equipo multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas.

El precio del KIA Sportage 1.7 CRDi 115 CV arranca en los 20.600 euros con el acabado Concept, los intermedios x-Tech y Drive cuestan 23.300 euros y el vistoso GT Line vale desde 27.050 euros.