La única respuesta posible cuando Audi nos propuso apuntarnos a su Ice Experience era un sí rotundo. Nuestro seguimiento del Rallye de Montecarlo Histórico -con una destacada actuación del equipo Seat Coches Históricos, que llevo a la meta sus tres vehículos inscritos- nos dejó un buen sabor de boca, aunque no es lo mismo conducir un Ibiza de 115 CV -fantástico, por demás-, con neumáticos de contacto o clavos, sobre asfalto helado, con nieve y placas de hielo, que hacerlo con un Audi S5 Sportback 3.0 TSFI quattro de 354 CV y sobre un lago helado -hielo de un metro de espesor- y cubierto de nieve, con ruedas ligeramente claveteadas. Así que, con nuestras mejores intenciones nos presentamos en Muonio (Finlandia) -también se hace en Arvidsjaur (Suecia)-, dentro del Círculo Polar Ártico.

Los cursos duran entre tres y seis días, viaje incluido, con un máximo de 20 participantes, y es que, como pudimos comprobar, los monitores no paran ni un momento y es muy importante que puedan dedicarte el tiempo que necesites. Así, con -8º de temperatura -algo inusual, la semana anterior estaban a -27º(!)- nos presentamos en un circuito de 7 kilómetros de longitud, trazado sobre la nieve, que se descomponía en varios trazados más cortos, más o menos sinuosos. La seguridad es total, ya que si te sales del trazado sólo hay dos consecuencias posibles, que vuelvas al mismo por tus propios medios o, si esto no es posible, que avises al tractor-grúa que te sacará de la nieve y te devolverá al hielo, claro que esto conlleva una perforación en tu tarjeta -al final algunas parecían coladores-. Así y tras unas nociones teóricas, subimos al coche y nos dirigimos al primero de los trazados, un óvalo muy corto. Serían los nervios, la experiencia o lo que fuese, pero fue el que peor se nos dio. De allí pasamos al snake (serpiente), otro óvalo, cuyos tramos rectos eran en realidad zigzags a izquierda y derecha. De ahí ya pasamos a circuitos convencionales, con todo tipo de curvas y rectas. El procedimiento comenzaba rodando tras el instructor que se retiraba al cabo de un par de vueltas, dejándonos 'solos ante el peligro'. Lejos de relajarse, el instructor nos corregía vía radio y no dudaba un segundo en subirse a nuestro lado -o que nos subiéramos al suyo- para seguir corrigiendo nuestras trazadas, derrapadas y contravolantes -insistiendo mucho en que tratáramos los pedales como si de la espalda de una rana se tratase: hay que masajear a la rana, no matarla-. Dimos innumerables vueltas a los diferentes trazados, siendo sorprendente el espectacular progreso que, desde el primer día experimentamos en nuestra conducción, por no hablar de la seguridad del segundo día y la diversión a raudales del tercero.

El curso concluye con una carrera entre todos los participantes para ver quien consigue la vuelta más rápida y también se premia al que menos ayuda para regresar a la pista haya precisado. Como colofón se rueda sentado al lado del instructor a bordo de un impresionante Audi TT RS de 400 CV especialmente modificado por los técnicos de la escuela y con una monta de clavos mucho más agresiva, a ritmo de auténtico WRC.

La escuela abre sus puertas de enero a marzo, con precios entre los 3.630 y los 5.900 euros -viaje y hotel incluidos- y hemos de reconocer que, una vez realizado, no nos parece excesivo, por la calidad de la enseñanza, el material empleado y el alto nivel organizativo. Además, terminamos absolutamente enamorados del S5 Sportback y del mucho partido que pudimos sacarle, tanto por las heladas carretera que nos llevaban al circuito -además de las prestaciones y su extraordinaria manejabilidad y confort, la sensación de seguridad es total-, como rodando dentro del mismo. ¿Cuando volvemos?