Para demostrar que el nuevo Alfa Romeo Stelvio Q4 es el ´SUV´ más rápido del mundo, como quedó certificado al conseguir el récord de vuelta en el exigente circuito alemán de Nurburgring, la marca italiana nos llevó al no menos exigente trazado de Ascari, en Ronda (Málaga) para probarlo. Por si nos pudiese quedar alguna duda -que se despejó con claridad, todo hay que decirlo- allí nos esperaba Marc Gené, el piloto de pruebas de Ferrari en F-1, para disiparla.

Al imponente aspecto del tope de gama Stelvio, kit aerodinámico completo con spoiler delantero y trasero, taloneras y alerón trasero, se añaden tomas de ventilación en el capó y unas impresionantes llantas de 20 pulgadas con neumáticos 255/45 delante y 285/45 detrás, en la especial versión Q4 se monta un motor V6 de 2,9 litros turboalimentado que ofrece la friolera de 510 CV a 6.500 rpm y un brutal par motor de 600 Nm desde solo 2.500 vueltas. El conjunto se completa con un interior repleto de elementos acabados en fibra de carbono y el color distintivo del botón de arranque -rojo, cómo no- en el volante. Con todo, el secreto no está en su potentísimo motor, ni en su rapidísimo cambio secuencial de ocho velocidades -de convertidor de par-, ni siquiera en su tracción total -fundamentalmente trasera, que traslada par motor a las delanteras cuando estas pierden adherencia-, sino en su contenido peso, cifrado en 1.830 kg -casi 300 menos que sus principales rivales: Porsche Macan Turbo y Mercedes GLC AMG 63S-.

Conducirlo en ciudad no supone ningún problema -siempre que no nos importe llamar mucho la atención, claro-, resultando confortable incluso en un hipotético uso diario. Lo mismo ocurre al salir a las autovías del extrarradio e incluso a las autopistas, donde incluso conseguimos un consumo realmente ajustado -en torno a los 11 litros por cada 100 km-. Otra cosa es la dificultad para mantenernos dentro de los límites legales. Y es que, hasta en las transitadas y muy viradas carreteras que nos llevaron hasta el circuito, resultaba casi imposible mantenerse dentro de la ley. Pero fue en Ascari, donde realmente comprobamos lo eficaz que resulta este explosivo ´SUV´. Corre un disparate, tiene unos frenos -mejorables con un kit carbocerámico que no montaba nuestra unidad de pruebas y que cuesta algo más de 5.800 euros- increíbles y una dirección casi perfecta. La tracción total y las ayudas electrónicas nos permiten un control absoluto del coche y rodar a un ritmo infernal resulta realmente sencillo. Incluso Marc Gené, que nos abría pista con un Giulia de idéntica motorización, tenía más problemas que nosotros para mantenerse dentro de los límites de la pista (!), por la condición de propulsión trasera de aquél. Más tarde y sentados a su lado, llegamos a ver hasta 1,4 G de fuerza gravitatoria en su marcador, algo que muy pocos coches de serie consiguen.

Por último, decir que sus 104.000 euros de precio -descuentos al margen- se nos iban haciendo más razonables a cada minuto a su volante, ¿quién da más?

El Stelvio Q4 no descuida el equipamiento, por eso cuenta con suspensión adaptativa, diferencial trasero, asientos de piel, instrumentación en pantalla de 7 pulgadas, faros bixenon adaptativos, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara de marcha atrás, sensores de lluvia y luces, sistema multimedia con pantalla a color de 8,8 pulgadas (compatible con Android Auto y Apple CarPlay), frenado automático con detección de peatones y vehículos, acceso y arranque sin llave, climatizador doble, levas en el volante para la caja de cambios automática y control de descenso de pendientes, entre muchos otros elementos.