La versión Sportswagon es la carrocería familiar de la berlina Optima. Un modelo que, hasta la llegada del llamativo Stinger, ha sido el vehículo de representación de Kia. Una capacidad de carga mayor que la silueta de tres volúmenes, un diseño muy agraciado y mucha dotación son sus principales credenciales.

Comenzamos por los aspectos prácticos, una de las cualidades más valoradas en este tipo de vehículos. El modelo Sportswagon ofrece 42 litros más de maletero que la variante de cuatro puertas, con un volumen total de 552 litros, una cifra destacada dentro de su segmento. Además, gracias a las soluciones aportadas por la marca para fijar la carga (raíles longitudinales para soportes, ganchos y una red), los bultos se pueden mantener en su sitio sin que se muevan en los trayectos. La longitud total de la carrocería es de 4,85 metros, por lo que estamos tratando un vehículo de bastante tamaño y al que hay que buscarle hueco en la ciudad. A cambio nos da muchísima comodidad en viajes largos y con un comportamiento y respuesta muy agradable como más adelante veremos. El puesto de mandos es igual que el de la berlina, con buenos materiales en los guarnecidos y una cuidada ergonomía que nos hace estar cómodos al volante muy pronto. La pantalla del sistema multimedia puede ser de siete o de ocho pulgadas, permite la total conectividad con los más modernos teléfonos inteligentes y la navegación disfruta de siete años de actualizaciones con los interesantes servicios incluidos de TomTom (estado del tráfico a tiempo real, posibles radares o información de lugares de interés, entre otras muchas funciones). Detrás, el Optima Sportswagon tiene buenas cotas para sus ocupantes, especialmente en el hueco para piernas, donde el túnel central no resulta muy voluminoso.

Buena mecánica

Hay dos motores disponibles para el Optima SW: un gasolina exclusivo para la versión GT, de 245 CV, y un diésel de 141 CV que anima al resto de la gama, que es el que hemos podido disfrutar.

Suficiente para un uso mixto, que incluya largos viajes por autopista y carreteras con desniveles, el Optima Sportswagon diésel de 141 CV destaca por su equilibrio y buen tacto. Esa buena agilidad viene de un bloque de 1,7 litros que responde bien aunque es mejor llevarlo por la zona media del cuentarrevoluciones. De suave funcionamiento, el motor está bien aislado del habitáculo, lo que contribuye a un confort de marcha general muy logrado al que se suma el acertado tarado de las suspensiones.

Pese al incremento del volumen trasero, el Optima familiar no acusa cambios en la dinámica respecto al modelo que le sirve de base, siendo noble y progresivo en sus reacciones. La unidad probada con el cambio manual tiene una conducción muy satisfactoria, un agrado que se eleva con el cambio automático de doble embrague y siete marchas DCT que supone un sobreprecio de 2.000 euros. El consumo es otro de sus puntos fuertes, con una media homologada de 4,4 litros por cada 100 km.

Acabados y precios

Podemos encontrar el Kia Optima Sportswagon 1.7 CRDi con tres acabados: Concept, Drive y GT Line. De serie y desde el acabado de inicio cuenta con lunas tintadas, panel de instrumentos con pantalla a color, navegación con otra pantalla de 7 pulgadas, barras en el techo, luces de marcha diurna con Led, llantas de 16 pulgadas, sensores de lluvia y luces, climatizador doble y programador de velocidad entre otros. El acabado intermedio suma una pantalla más grande para la instrumentación, pilotos de Led, faros de xenon, llantas de 17 pulgadas, llave inteligente, asiento del conductor con ajustes eléctricos y aparcamiento asistido, entre otros. El nivel GT Line incorpora aditamentos estéticos más deportivos, además de la pantalla de 8 pulgadas para el navegador, el sistema de sonido ´premium´, el techo solar, los faros de Led direccionales, las llantas de 18 pulgadas, el portón trasero de apertura eléctrica y la tapicería de piel.

Los precios del Optima Sportswagon diésel empiezan en los 23.019 euros del acabado Concept; le sigue el nivel Drive desde los 26.219 euros y el de referencia GT Line con 29.969 euros. La marca ha incluido una sustanciosa promoción, además de sus ya conocidos e interesantes siete años de garantía.