La segunda entrega del todocamino mediano de Jeep llegó a nuestro mercado a mediados de este año. Una imagen más parecida a la de sus hermanos mayores, que son a su vez referencias en sus categorías, más espacio y muchas combinaciones mecánicas hacen del nuevo Compass una opción a tener en cuenta dentro de los ´SUV´ que rondan los 4,40 metros de longitud.

Está a la venta con dos mecánicas de gasolina 1,4 l. de 140 y 170 CV y tres diésel, un 1,6 l. de 120 CV y dos 2,0 l. con 140 y 170 CV. En función del propulsor hay disponible una caja automática de nueve relaciones, el resto se asocia con una manual de seis y como buen Jeep, tiene versiones con tracción total, dejando la sencilla al eje anterior para los menos potentes en gasolina y diésel. Precisamente, nosotros hemos probado el Compass de acceso de gasolina que, con el motor de 140 CV Multiair 1,4 l. se muestra suficiente, trabaja con un poco más de refinamiento que los diésel y no es muy gastón.

Dentro disponemos de mucho espacio en todas las plazas, incluso en las de atrás (el hueco de centro no se perjudica demasiado gracias a que el túnel de la transmisión no es voluminoso). Delante hay materiales bien tratados y destaca el moderno sistema multimedia Uconnect que ya hemos visto en otros modelos de la marca. El maletero cuenta con 438 litros de capacidad.

Hay cuatro acabados disponibles: Sport, Longitude, Limited y Trailhawk. Nuestra unidad de pruebas representa el inicio a la gama con el nivel Sport, que incluye elementos como llantas de 16 pulgadas, sistema multimedia con pantalla de 5 pulgadas (mandos en el volante y ´Bluetooth´), aire acondicionado, respaldo trasero abatible (partes 60/40), instrumentación con pantalla de 3,5 pulgadas, sensor de luces, pilotos de Led, avisos de colisión frontal y de salida de carril, testigo de presión de ruedas y sistema de corrección electrónica del balanceo, entre otros.

El precio de esta versión de ataque a la gama Compass de Jeep es de 25.540 euros.