Hyundai no se anda por las ramas y, tras conseguir unos resultados récord, tanto en Europa (y España) como en el resto del mundo, continúa con la ofensiva de producto que les ha llevado hasta donde están. Si el nuevo compacto i30 nos llamó la atención por su calidad, su tecnología y una dinámica a la altura de sus más que consagrados rivales europeos, con el nuevo Kona propone un modelo que suma además un atractivo estético innegable (pura tendencia, en el segmento que más rápido crece en España y Europa). Pero es que, además, es algo más grande que sus principales rivales (desde el Renault Captur, al Nissan Juke, pasando por su ´primo´ el Kia Stonic o por el recién llegado Seat Arona), y ofrece además motorizaciones más potentes y versiones con tracción total (muy pocos en el segmento la pueden montar). Y por supuesto un eficiente, suave y cómodo cambio automático con siete velocidades y doble embrague.

Así, su gama mecánica se configura de momento con dos motores de gasolina, un 1.0 T-GDI de 120 CV y un 1.7 T-GDI de 177 CV, a los que se le sumarán dos niveles diésel con 115 y 136 CV a lo largo del próximo año. El mencionado cambio automático se queda de serie para la versión más potente de 177 CV, que además incluye la tracción total, mientras que la variante de 120 CV se asocia con la caja manual de seis relaciones y tracción delantera.

En cuanto a los niveles de equipamiento, se han previsto cuatro: Essence, Klass, Tecno y Style. Desde el acabado de acceso aparecen elementos como elevalunas eléctricos a las cuatro ventanillas, sensor de luces, asientos traseros abatibles por partes asimétricas (pasa de un volumen con cinco plazas de 361 litros, hasta los 1.143 litros), luces de marcha diurna con Led, equipo de audio con pantalla de 5 pulgadas y manos libres, aire acondicionado, programador de velocidad, arranque en pendientes, detección de fatiga y sistema activo de salida de carril involuntaria. Subiendo de nivel están las llantas de hasta 18 pulgadas (16 y 17 pulgadas para los acabados intermedios), los cristales tintados, los faros de Led (acabado Style), el cuero en los asientos, los equipos multimedia con pantallas táctiles de 7 y 8 pulgadas (esta última con sonido de la marca Krell de 8 altavoces), la navegación con suscripción de siete años a las actualizaciones, la proyección de datos delante del parabrisas (es el primer Hyundai con este dispositivo), la cámara de visión trasera, la pantalla de información en el cuadro de mandos, el climatizador, el acceso y arranque sin llave, el avisador de ángulos muertos o la frenada autónoma con detección de peatones, entre otros.

En nuestra toma de contacto rodamos en asfalto y tierra, con las dos versiones de gasolina, cambio automático y manual y con tracción delantera y 4x4, es decir, todas las variantes disponibles por el momento. Común a todos ellos resultó su suavidad y silencio de marcha, sin apenas vibraciones, su notable manejabilidad y facilidad de conducción y su capacidad para girar cabezas a su paso y despertar comentarios y miradas de aprobación. Ya en lo específico diremos que nos encantó la suspensión multibrazo trasera de los 4x4 (los tracción delantera resultan más duros, casi secos, con su brazo tirado), las prestaciones del 177 CV y el cómodo cambio de 7 velocidades y doble embrague (nada que objetar al preciso y divertido cambio manual).

En definitiva estamos ante uno de los contendientes más cualificados del segmento que, además, se oferta con una gama muy interesante y precios muy competitivos que empiezan en los 18.990 euros (13.990 euros con la promoción de lanzamiento) del 1.0 de 120 CV; el 1.6 de 177 CV cuesta desde 28.290 euros (23.790 euros con la promoción).