El coqueto descapotable de MINI se puso al día el año pasado aumentando su longitud hasta los 3,82 metros (10 centímetros más) y modernizando sus rasgos del frontal (una parrilla hexagonal rediseñada junto a los pilotos que lucen un cerquillo cromado, entre otros detalles).

Los arcos de seguridad en caso de vuelco se esconden detrás de los reposacabezas traseros, las llantas pueden ser de hasta 18 pulgadas y se

ha añadido un nuevo color ´Caribbean Aqua´ al catálogo existente.

Dentro, el aumento de longitud se traduce en más espacio para sus ocupantes y el maletero es más práctico por sus 215 litros de capacidad, (antes eran 170 litros) cuando la capota de lona está puesta. Hay que señalar que el techo retráctil se puede abrir en marcha hasta una velocidad de 30 km/h y tarda unos 18 segundos en completar la operación. También puede quedarse abierto en una posición intermedia a modo de techo solar (o en otra un poco más cerrada para transportar de manera puntual algún objeto largo).

Dentro, además de contar con más espacio, la calidad de los materiales ha mejorado y se incluyen elementos específicos como una función extra del climatizador, para que sea más efectivo al ir descapotado o un avisador de lluvia para que el conductor cierre el techo si va sin él. Otros elementos que puede montar son la información proyectada en una lámina delante del parabrisas, los avisos por posible colisión con detección de peatones, el asistente al aparcamiento con cámara trasera, el programador de velocidad activo, el reconocimiento de señales de tráfico o el cambio de luces de cruce y carretera automático.

El MINI Cabrio se configura con bloques de tres y cuatro cilindros. En gasolina están las versiones de 102 CV (One), 136 CV (Cooper), 192 CV (Cooper S) y 231 CV (John Cooper Works). En gasóleo dispone de las versiones de 116 CV (Cooper D) y 170 CV (Cooper SD). Las cajas de cambios son manuales de seis relaciones y en opción se puede adquirir con una automática del mismo número de marchas. Esta posibilidad se ofrece para toda la gama excepto para el One. Nosotros hemos contado con el ataque a la gama en gasóleo, el Cooper D, que, con sus alegres 116 CV, permite una conducción bastante ágil y apenas consume. Además, con el cambio automático de seis relaciones, la conducción nos ha parecido más placentera y solo encarece el precio del conjunto unos 1.750 euros.

El tricilíndrico de 1,5 litros es voluntarioso, responde bien a partir de unas 1.600 revoluciones y sube de vueltas con bastante rapidez. Es verdad que no es tan contundente como el bloque diésel de dos litros del Cooper SD de 170 CV, pero sus reacciones son dignas y el consumo que regala es de risa: homologa una media de 3,8 litros por cada 100 km. A nosotros nos ha rondado los 5,3 litros en nuestras pruebas. El cambio automático es una delicia por su funcionamiento. Es rápido y modifica sus leyes de gobierno interactuando con los modos de conducción provistos (Sport, Mid y Green), que también modifican algunos parámetros más de manejo.

En resumen un cabrio bonito y resultón, que es una delicia para uso diario y que permite más posibilidades lúdicas gracias a su techo de lona. La gama MINI Cabrio arranca en los 23.550 euros del One de gasolina. Nuestro Cooper D cuesta desde 27.850 euros.